Basada en un suceso real. El 14 de Noviembre de 1974 en Long Island, Nueva York, la policía recibió una escalofriante llamada telefónica que les condujo a una espantosa escena de un crimen en una residencia en Amityville, Long Island. Una familia había sido asesinada en sus propias camas. En los siguientes días, Ronald Defeo confesó que él mismo había disparado a sus padres mientras dormían, culpando a unas voces que le decían que debía matarlos. Un año después, George y Kathy Lutz y sus tres hijos se mudan a la misma casa, creyendo que se trata del hogar de sus sueños. Pero poco después de haberse mudado, extrañas situaciones empiezan a suceder, mientras George comienza a ser atormentado por las voces que existen en la casa...
Directores
Andrew Douglas
Reparto
Ryan Reynolds, Melissa George, Jesse James, Jimmy Bennett, Chloë Grace Moretz, Rachel Nichols, Philip Baker Hall, Isabel Conner, Brendan Donaldson, Annabel Armour
Horror
RESEÑAS
(1)
AC
Alessandro Carrara
•
🧻
Los Lutz son una familia estadounidense normal que a principios de los años 70 buscan una nueva casa. La oportunidad de su vida se presenta en Long Island, en forma de una enorme mansión de finales del siglo XVII, en venta por una cifra increíblemente baja en comparación con el valor de mercado. George, el jefe de familia experto en negocios, le pregunta a la nerviosa vendedora "¿dónde está la trampa?", y entonces la mujer explica (de manera bastante renuente) el motivo por el cual la casa ha permanecido sin vender por mucho tiempo: un año antes, entre esas paredes, el veintitrés años Ronald De Feo había exterminado a su familia entera con disparos de escopeta, incluida su hermanita de seis años. Desde entonces, la casa había adquirido una siniestra fama en el vecindario, después de todo "las casas no matan a las personas, son las personas las que matan a otras personas". Desde el primer día de su residencia, los nuevos ocupantes de Amityville descubrirán sin embargo que a veces también los lugares pueden matar, o mejor dicho, obligar a las personas a hacerlo…
Parece que las ideas para el terror en Hollywood se han agotado: en los últimos dos años hemos asistido a una verdadera invasión de remakes de los clásicos del género o de las películas japonesas más recientes. "The Amityville Horror" es la última película de esta serie estrenada en los cines, pero ciertamente no se quedará por mucho tiempo, ya que "Dark Water" con Jennifer Connelly ya se vislumbra en el horizonte.
Se trata ciertamente de un buen producto, la dirección y la fotografía demuestran una calidad no desdeñable, típica de películas como "Non aprite quella porta" y "L'alba dei morti viventi", hasta el punto de que la crítica más severa que se puede hacer a "Amityville Horror" es la de ser una copia vacía de su predecesor de 1979, al cual, por otro lado, es muy fiel reconstruyendo de manera a veces demasiado pedante los escenarios, recreando la primera mitad de los años setenta en los autos y la moda, obviamente filtrada a través de la benevolente lente de nuestra época…
Hay que notar sin embargo una diferencia sustancial entre la película original y la actual, característica ya revelada en otros remakes recientes: la tendencia a "mejorar" los personajes, decididamente demasiado atractivos para ser reales, como la madre hermosa con el vientre perfectamente plano después de tres embarazos, el jefe de familia con un físico esculpido digno de un anuncio de un perfume de un gran diseñador, sin hablar de la niñera drogada y semidesnuda (¿pero ustedes dejarían a sus hijos al cuidado de una chica con unos jeans ajustadísimos y solo una cinta de seda cubriendo el seno?), y esto junto con la reconstrucción "Happy Days" del período histórico produce un efecto pulido e irreal que puede molestar a algún espectador. A pesar de esto, el nivel de actuación es bueno para casi todos los actores, en particular Philip Baker Hall, comprometido en el papel secundario del padre Callahan (curioso… el mismo apellido del sacerdote del libro de King "Las noches de Salem", trivia o casualidad?) que recuerda mucho al Max Von Sydow de sus mejores momentos. En resumen, el problema no parece tanto de calidad artística como puramente "estético".
Aparte de esta deficiencia, la película fluye rápidamente y regala algunos momentos de tensión dignos del predecesor, y la atmósfera parece haber sido acertada, gracias sobre todo a la elección de la ubicación, en Silver Lake, en Wisconsin, donde se reconstruyó la siniestra mansión de estilo precolonial, mientras que la mayoría de los interiores se filmaron en un edificio abandonado en Buffalo Grove, en Illinois.
Por cierto, la gran fama de la película original se debía al hecho de que, como otras películas de la época, se presentó como inspirada en un hecho real: en realidad, George y Kathy Lutz admitieron en 1995 bajo juramento que la historia era pura ficción y que su acción fue un estratagema para lanzar la película. El mismo George Lutz ha criticado recientemente el remake, especialmente por el hecho de que los autores rechazaron su colaboración para el proyecto.
A pesar de esto, se puede afirmar ciertamente que "The Amityville Horror" es el remake más exitoso de los últimos años, que no desmerece frente a su ilustre predecesor, dotado de algunas escenas memorables, entre las que la secuencia final regala algún escalofrío a más de un espectador en la sala.