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LA ANGUSTIA DEL MIEDO

Angst

1983 AT HMDB
enero 1, 1983

Un hombre sale de la cárcel tras cumplir cuatro años por asesinar a una anciana. Rápidamente comienza a sentir la compulsión de matar de nuevo.

Directores

Gerald Kargl

Reparto

Erwin Leder, Robert Hunger-Bühler, Silvia Rabenreither, Karin Springer, Edith Rosset, Josefine Lakatha, Rudolf Götz, Renate Kastelik, Hermann Groissenberger, Claudia Schinko
Horror Thriller Crime

RESEÑAS (1)

CR

Cristina Russo

Un psicópata asesino, después de cumplir varios años de reclusión, se encuentra en libertad. Confuso y desorientado, comienza a vagar por las calles de una ciudad que no conoce, sin dinero y sin un lugar al que ir. Su único pensamiento es buscar inmediatamente una víctima potencial para satisfacer sus instintos asesinos nunca apagados. Único largometraje del director y guionista austriaco que lleva a la pantalla la historia de Werner Kniesek, asesino en serie que en los años 70 fue arrestado por el asesinato de una anciana; poco después de su liberación fue capturado nuevamente por haber torturado y exterminado a una familia entera en su propia casa. Kargl se atiene rigurosamente a los hechos realmente ocurridos utilizando un enfoque cronístico detallado e intimista. La peculiaridad de la película se debe a la casi total ausencia de diálogos que dejan paso a la voz en off del protagonista. Este último, a través de un viaje introspectivo distorsionado y complejo, cuenta algunos episodios traumáticos de su vida, comenzando por la difícil situación familiar vivida durante la infancia, haciendo emerger un retrato psicológico alterado y perverso. La película, estrenada también con los títulos "Fear" y "Schizophrenia", impacta por la crudeza con la que pinta el personaje sádico, distanciándose del asesino en serie estereotipado, pero sin por ello ahorrarnos macabras y feroces secuencias. La idea del asesino en serie "superhéroe" que estudia e inscena un plan impecable, camuflando su verdadera índole, es efectivamente abandonada en favor de una representación terriblemente realista y por ello imperfecta. La prisión, en lugar de tener un efecto reeducativo, causa al hombre una verdadera abstinencia, haciéndolo caer en un círculo vicioso que parece ser una bomba de tiempo. Las atrocidades de las que se mancha el verdugo son hechas aún más locas y casi surrealistas por la discrepancia que existe entre las intenciones narradas y las acciones realmente cometidas: no hay ningún vínculo entre el pensamiento y la concreción del acto. Así, cuando el asesino concibe el asesinato perfecto, planificando con convicción cada movimiento, lo hace con una aparente lucidez y sentido de control; un dominio y seguridad que en realidad no encuentran casi eco en la realidad. Todo esto para subrayar la naturaleza esquizofrénica del maniaco, que lucha una guerra interior de la cual saldrá inevitablemente derrotado: el instinto visceral y animal de satisfacer sus fantasías le hará perder todo destello de racionalidad y con ello toda posibilidad de actuar de la manera más lógica posible. Completamente a merced del impulso irresistible e incontrolable de matar, el asesino opera con una descomposición y una desorganización tales que suscitan casi una ternura cómica. Excelente la actuación de Erwin Leder, quien soporta magníficamente sobre sus hombros una carga muy pesada, sirviéndose únicamente del lenguaje corporal. Mención de mérito también al dispositivo de dirección que explota estilismos poco canónicos pero muy artísticos, expresando a la perfección el malestar psíquico del protagonista: cámara corporal, largos planos secuencia y encuadres descentrados - realizados desde todos los ángulos posibles - hacen la visión mucho más angustiante y verosímil, gracias también al apoyo de una fotografía fría y elemental que pone de relieve los sórdidos escenarios en los que se desarrolla la historia. La muerte de otros seres humanos es para el asesino la única razón de vida, una necesidad física y mental apremiante que lo succiona en un torbellino de excitación sexual: ver el miedo nacer en los ojos de sus presas es un estímulo tan indomable, esencial y desesperado que se antepone incluso a su propia salvación y libertad. "Angst" no es solo una película, es el grito inhumano y dramático de un alma atormentada e implacable que hace del sufrimiento ajeno el eje central de su existencia.