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ANIMADORAS ASESINAS

Cheerleader Camp

1988 JP HMDB
junio 1, 1988

Un grupo de porristas se reúnen en el campamento Hurrah con la intención de entrenarse para las próximas competencias. Alison (Betsy Russell), una de las porristas comienza a sufrir pesadillas relacionados con asesinatos; además su novio Brent Hoover (Leif Garrett), que la acompañó al campamento, parece más interesado en las demás jóvenes que en su propia novia, lo que le produce celos a Alison. Cuando las jóvenes porristas comienzan a ser asesinadas una a una, Alison teme que, sin saberlo, sea ella la responsable.

Directores

John Quinn

Reparto

Betsy Russell, Leif Garrett, Lucinda Dickey, Lorie Griffin, George Buck Flower, Teri Weigel, Rebecca Ferratti, Travis McKenna, Vickie Benson, Jeff Prettyman
Horror Commedia Thriller

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Durante las vacaciones de verano, un grupo de chicas se dirige a un campamento de animadoras donde la señorita Tipton les enseñará el 'duro' oficio de las animadoras. Entre las invitadas del campamento está Alison, una chica perturbada que hace frecuentemente sueños inquietantes, junto a sus amigas, unidas en equipo para ganar la corona de mejores animadoras del año. Pero no hay que esperar mucho para que comiencen a aparecer los primeros cadáveres. Un misterioso asesino en serie, de hecho, está exterminando una a una a las invitadas del campamento. Poco conocido slasher de 1988 y caracterizado por una previsibilidad y una estupidez de fondo preocupantes. Con 'Bloody Nightmare', feo y anónimo título italiano para 'Cheerleader Camp' (pero también es conocido como 'Bloody Pom-poms', estamos en los alrededores de 'Viernes 13', de hecho podemos tranquilamente insertar esta película en la larga lista de títulos nacidos copiando la exitosa saga ideada por Sean S. Cunningham. Está el campamento de verano, está el bosque, está un asesino misterioso que mata con arma blanca, en resumen estamos en territorios ya conocidos, pero se añade también un toque de humor demencial que debería darle ese plus para diferenciarse del prototipo. Desafortunadamente, el giro de 'Bloody Nightmare' hacia territorios de comedia al estilo 'Porky's' no lo ayuda en absoluto, más bien probablemente es un elemento que juega aún más en su contra. El director John Quinn, que en el futuro se forjará una larga carrera casi exclusivamente en el campo del erotismo patinado y en los videos de Playboy, comienza a hacer las pruebas para el 'desvestirse' futuro ya en 'Bloody Nightmare', su ópera prima, poniendo en escena una nutrida lista de bellezas a menudo sin velos y escenas picantes que apuntan al humor. El estilo es, sin embargo, plano, muy televisivo, comparable a los direct to video contemporáneos, a lo que se añaden también una serie de actores menos que mediocres (perjudicados también por el doblaje italiano, ¡hay que decirlo!) dejados a rienda suelta y a menudo visiblemente desorientados. Los únicos rostros mínimamente conocidos son la protagonista Betsy Russell, que los fans de terror conocen hoy como Jill, la esposa de Jigsaw en la saga de 'Saw', el cantante Leif Garrett (aquí lejos de su look a la Bee Hive) y Buck Flower, actor de carácter recientemente fallecido especializado en papeles de sintecho y aquí en los trajes del empleado de limpieza del campamento. Pero queremos hablar de los personajes que se comportan de manera estúpida? Un cliché del slasher juvenil, diréis vosotros, pero en 'Bloody Nightmare' se supera todo límite. Además, la escritura de estos personajes deja mucho que desear. Las pesadillas y los tormentos de Allison están mal insertados en la trama y si debían ser un recurso narrativo para vehicular sobre ella las sospechas del espectador, los guionistas David Lee Fein y R.L. O'Keefe no lo han logrado ciertamente. Numerosas las incongruencias a nivel narrativo y las banalidades, de las que se hace representante el mismo concurso de animadoras que está en el centro de la trama, cuyas dinámicas de participación y desarrollo son a lo sumo ridículas. La solución de la película y la identificación del asesino es, luego, de una obviedad desarmante; desafío a cualquiera que haya visto al menos un par de películas de este género a no identificar al culpable después de una decena de minutos desde el inicio. Un mar de defectos y ridiculeces sazonadas con algunos asesinatos esporádicos que apuntan al gore (al menos eso!) para un título de difícil recuperación y desaparecido de la circulación desde hace mucho tiempo...a buen entendedor, una vez por todas! Adecuado únicamente para los completistas del slasher.