MC
Marco Castellini
•Un grupo de jóvenes, compuesto por fotógrafos y aventureros, decide ir a la Amazonía para grabar un documental sobre una tribu indígena de caníbales. Al llegar al lugar, se dan cuenta de que los indígenas no son tan peligrosos como creían, sino que, por el contrario, se han vuelto pacíficos y han abandonado las prácticas de canibalismo. Para poder hacer su documental, intentan incitar a la violencia a los miembros de la tribu, cometiendo atrocidades contra sus mujeres y su ganado; lo lograrán, pero se enfrentarán a terribles consecuencias…
La película caníbal por excelencia, la película escándalo de los años setenta, que valió fama y duras críticas al director Ruggero Deodato. Extrañamente bien interpretada (visto el nivel mediocre de actuación al que nos han acostumbrado las películas de género de la época) y musicalizada de manera excelente por Riz Ortolani, la película en cuestión es para ver por varias razones. En primer lugar, porque es la película que, con su éxito, abrió el camino a un género, los caníbal-movies, bastante importante en la cinematografía italiana de género; luego, por la excelente realización de las secuencias splatter (algunas de las cuales son realmente memorables) entre las mejores jamás realizadas en Italia.
Aunque la razón por la que todos recuerdan esta película de Deodato es otra, es decir, la presencia de algunas secuencias snuff. Se trata, de hecho, de una de las pocas películas donde se ha comprobado que algunas secuencias (se trata principalmente de escenas en las que se matan y torturan algunos animales) no representan una "ficción cinematográfica", sino que son reales. Lamberto Bava, que desempeñaba el papel de asistente de dirección, se alejó del set después de las primeras tomas porque estaba conmocionado por esta situación, y la mayoría de los actores, entre ellos "el irreprochable" Luca Barbareschi, aún hoy se avergüenzan de haber grabado esta película. La película, muy reprobable desde el punto de vista moral, atrae inevitablemente las fantasías más morbosas del espectador y por eso se ha convertido en un "culto" del género. Se recomienda su visión solo a un público "maduro".