Nueva versión de ”Caperucita Roja”. Durante décadas, los habitantes de Daggerhorn mantienen un complejo pacto con el hombre-lobo: para saciar su apetito, le sacrifican mensualmente un animal. Pero la bestia, incumple el pacto, devorando a un ser humano. La víctima es la hermana mayor de Valerie, una hermosa joven que acaba de saber que sus padres van a casarla con Henry, el heredero de la familia más rica del pueblo. Ella está enamorada de Peter, un humilde leñador, con el que decide fugarse, pero el lobo trastoca sus planes. Para acabar con la bestia de una vez por todas, el pueblo recurre al padre Solomon, un cazador de hombres-lobo, pero éste atemoriza aún más a los vecinos cuando les advierte que el lobo, durante el día, adquiere forma humana, de modo que podría ser cualquiera de ellos.
Directores
Catherine Hardwicke
Reparto
Amanda Seyfried, Gary Oldman, Billy Burke, Shiloh Fernandez, Max Irons, Julie Christie, Lukas Haas, Virginia Madsen, Shauna Kain, Michael Hogan
FantasyDrammaHorrorThrillerMisteroRomance
RESEÑAS
(1)
RG
Roberto Giacomelli
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En un pasado lejano, un pueblo rodeado de bosques y cubierto de nieve es visitado periódicamente por un enorme lobo al que los habitantes ofrecen en sacrificio un animal por cada visita. Un día, el lobo rompe la tregua y mata a una chica, desatando el miedo y la ira de los aldeanos que llaman al Padre Solomon, un cazador de lobos que deberá liberar al pueblo de la amenaza. Al llegar al lugar, el Padre Solomon revela a los aldeanos que no se trata de un simple lobo, sino de un hombre lobo, y que de día el culpable tiene apariencia humana y se esconde seguramente entre ellos. Durante el nuevo ataque de la bestia, Valeria, hermana de la chica asesinada, tiene un encuentro cercano con el monstruo que le habla diciéndole que huya con él. En este punto, la chica comienza a sospechar que el hombre lobo es uno de sus dos pretendientes, el tímido prometido Henri o el fascinante Peter, de quien ella siempre ha estado enamorada.
Vampiros y hombres lobo están de moda en el cine hoy en día y podemos entender de dónde surge este éxito. Se llama "Crepúsculo": primero una saga literaria que pronto se convirtió también en cinematográfica, el público objetivo es de sexo femenino y oscila entre los 12 y los 20 años, ha lanzado en el firmamento de Hollywood una manada de jóvenes actores y el éxito ha sido planetario. Obviamente, los vampiros y hombres lobo que deambulan por allí no son los queridos por el público del horror, no son los monstruos sanguinarios de los que las antiguas leyendas nos han contado, son románticos de aspecto adolescente que no chupan, no muerden, no arañan, sino que solo dan besitos castos… en resumen, son temibles como un gatito y aterradores menos que el rosa Pantera. Pero por qué hablar de "Crepúsculo" en el territorio de "Cappuccetto Rosso Sangue"? Solo porque aquí también hay hombres lobo y adolescentes? Evidentemente, el motivo es más amplio y parte de una cierta Catherine Hardwicke, directora de esta y de aquella película, que parece haber encontrado una cifra estilística en el drama sentimental ligeramente (pero moooolto ligeramente) contaminado con el horror.
"Cappuccetto Rosso Sangue" sigue al pie de la letra la fórmula de Crepúsculo, hereda a la directora y apunta, por consiguiente, al mismo público. Afortunadamente, hay menos descuido de fondo, menos empalagosidades y el aporte marginal del cuento de Perrault le da un plus. Como se puede entender de la trama, el cuento del que esta película toma el título tiene poco que ver y aparece como simple pretexto para crear un contexto familiar al público. El lobo se convierte previsiblemente en un hombre lobo, Cappuccetto Rosso ya no es una niña, el cazador es un hombre de Iglesia con las uñas plateadas de plata y hay incluso una abuela ambigua, que en una escena onírica se convierte incluso en protagonista del famoso intercambio de frases con la nieta "¡Qué ojos más grandes tienes! - Es para verte mejor!...".
La Hardwicke dirige el guion de David Johnson ("Orphan") sin mucha fantasía, confiándose exclusivamente a un gusto estético patinado muy estilizado. A este respecto, es admirable la fotografía de Mandy Walker ("Australia"; "Beastly") que resalta el rojo de la capa de la protagonista sobre el blanco de la nieve acentuando los contrastes. Sugerentes también las escenografías boscosas y nevadas, que recuerdan a las de "The Legend of Sleepy Hollow" y, en consecuencia, a algunos trabajos de la Hammer Film de los años 60.
En cuanto al guion, si el mecanismo de whodunit (¿quién es el hombre lobo?) funciona bien con un giro decente, no se puede decir lo mismo de la caracterización de los personajes, todos planos e intercambiables entre sí, comenzando por los protagonistas. Amanda Seyfried ("Jennifer's Body"; "Letters to Juliet") no hace más que abrir los ojos pero no parece estar muy dentro de la historia, aún peor los dos contendientes anónimos Shiloh Fernandez ("Jericho") y Max Irons ("Dorian Gray"). Gary Oldman ("The Dark Knight") pone toda su profesionalidad en el papel del cazador de lobos, pero su personaje no se desarrolla más allá del trauma de la esposa asesinada, mientras que Virgina Madsen ("Number 23"; "The Messenger"), que como el vino mejora con la edad, tiene un papel tan marginal que parece desperdiciada.
Pueden olvidarse de escenas puramente de terror. El gran lobo negro en gráficos por computadora no asusta en absoluto, no se transforma en directo y la poca sangre que derrama lo hace fuera de cámara o en la oscuridad.
"Cappuccetto Rosso Sangue" es un mero ejercicio estético que busca surfear la ola del éxito de "Crepúsculo" apuntando al mismo público. Visualmente suntuoso, artísticamente irrelevante, horroríficamente nulo. Si quieren una transposición digna de terror del cuento de Cappuccetto Rosso, entonces es mejor rescatar "In compañía dei lupi" de Neil Jordan… ¡es toda otra historia!