RG
Roberto Giacomelli
•Un escultor, tomado por un arrebato de celos, mata a su mujer y luego oculta su cadáver dentro de una muñeca a tamaño natural. Durante la entrega de un paquete, el repartidor ve la muñeca y queda impresionado por su increíble realismo y la carga sensual que desprende; así que, con la intención de apoderarse de ella, mata al escultor y se lleva la muñeca. A partir de este momento, el recipiente que contiene el cadáver de la chica pasará por las manos de muchos hombres, decididos a apoderarse de ella para hacerla un juguete sexual, pero todos destinados a un final horrible. Obsceno producto de mala factura que intenta mezclar el erotismo con el terror, cayendo en escenas pseudo pornográficas de un ridículo involuntario desarmador. La historia de partida podría haber sido aceptable (una muñeca hinchable asesina es una figura pintoresca y divertida), pero el desarrollo y la realización son de niveles pésimos: el guión es repetitivo (la muñeca que pasa de un dueño a otro, este intenta copular con ella pero queda muerto) y a veces confuso, debido a demasiados personajes (naturalmente todas caricaturas sin un ápice de personalidad) que aparecen y desaparecen de repente; además, logra suscitar un profundo sentido de aburrimiento, a pesar de la ridícula duración de la película (75 minutos apenas). La dirección, del esordiente Adam Sherman, está privada de cualquier técnica; los intérpretes son de una mediocridad única, a partir de la bella protagonista Romi Koch que interpreta la muñeca, seguramente perfecta para el papel, vista la expresividad plastificada de su rostro. El único punto positivo es la banda sonora, bastante sugerente, aunque a la larga bastante repetitiva. Luego, es de destacar la completa ausencia de escenas gore o, en general, perturbadoras, que habrían seguramente beneficiado a una película de este tipo, consideradas las temáticas tratadas (la necrofilia y la pulsión sexual). Como se mencionó, "Dead doll" logra en más puntos descender al ridículo involuntario tanto por diálogos estúpidos y redundantes (se hace un uso desmedido del verbo "to fuck", en la excepción reproductiva del término), como por las escenas pseudo cómicas que nos muestran los intentos de copular con la muñeca por parte de los varios personajes (masculinos y femeninos). Es increíble que esta película haya tenido una distribución en salas, aunque muy limitada y reservada al período estival, mientras que otras películas de todo otro espesor son relegadas exclusivamente para el solo mercado del home video. En conclusión, "Dead doll" es un pastiche de terror-erótico que no logra ni asustar o disgustar, ni parecer sexy, sino solamente aburrido y ridículo. De evitar sin pensarlo.