GERMAN ANGST

Antología de terror muy esperada que marca el regreso de Jorg Buttgereit detrás de la cámara, acompañado de Andress Marchall ("Tears of Kali", "Masks") y Michal Kosakowski ("Zero Killed"). "German Angst" es una película fuertemente arraigada en sus raíces geográficas y que guiña el ojo a la condición socio-política de la antigua Berlín pero en clave contemporánea. Los tres segmentos, aunque narrativamente independientes, están unidos por un hilo conductor: la violencia, ingrediente principal y tema recurrente de la obra. Para abrir el baile está "Final Girl" de J. Buttgereit: una joven chica vive en una casa sucia y destartalada junto a su inseparable hámster. En el dormitorio, el padre, atado y amordazado, sufrirá torturas y mutilaciones por parte de su hija. El episodio comienza con el anuncio en la radio de un brutal asesinato cometido por un hombre contra su esposa, suceso realmente ocurrido en Berlín del cual Buttgereit se inspiró. El director alemán concentra en una decena de minutos toda la poética y la gracia de la dirección – afinada con el tiempo – que caracterizan sus trabajos anteriores, dejando de lado esa atmósfera podrida y surrealista que se respiraba en los tiempos de "Nekromantik". En apoyo de planos estáticos y minuciosos, acompañados de movimientos de cámara lentos, una fotografía brillante y elegante: una sorpresa (¿agradable?) para los fans más veteranos. La impresión es que Buttgereit se ha concentrado más en la forma que en el fondo, dando vida a lo que parece ser un ejercicio de estilo estéril e irritante, aunque visualmente atractivo y al día. Una especie de rape&revenge; sin alma que deja un sabor amargo en la boca: de Buttgereit se esperaba seguramente algo más; evidentemente, el director alemán está demasiado ocupado en sacar edición tras edición de sus películas. A continuación, "Make a Wish" de M. Kosakowski: una pareja de sordomudos polacos se aísla en un edificio abandonado. Sorprendidos por un grupo de neonazis, sufrirán una brutal paliza, pero el antiguo amuleto en posesión de la mujer podría salvarlos. Una experiencia personal de discriminación racial inspiró directamente al director polaco, quien aprovecha el imaginario mágico y fantástico para poner en escena un cambio de roles: explorando los territorios de la psique humana, Kosakowski juega con el posible escenario que podría presentarse cuando la víctima se convierte en el verdugo y viceversa. La clásica oposición entre el bien y el mal se representa a través de una serie de violencias físicas, de notable impacto visual, aunque el eje de la historia es de naturaleza ética. Una perspectiva que en realidad parece poco interesante (así como el tema abusado de matriz xenófoba), y que pronto cae en la retórica más banal y aburrida. Para cerrar la obra, "Arlaune" de A. Marchall: un famoso fotógrafo es dejado por su novia (interpretada por la italiana Désirée Giorgetti). Sumido en la desesperación y la desolación, decide conocer a una mujer conocida en el chat, pero se verá involuntariamente involucrado en un club exclusivo en el cual los miembros, bajo los influjos de las raíces de mandrágora, viven experiencias sexuales intensas y monstruosas. El episodio no es más que una adaptación moderna de la película homónima, de la cual existen cinco versiones (la primera data de 1918). Gracias también al metraje, más sustancioso en comparación con los otros episodios, la historia tiene un mejor desarrollo narrativo que permite describir eficazmente a los personajes, tragados por una Berlín onírica y delirante. La búsqueda insistente del placer, como vía de escape de una realidad infeliz, adquiere los rasgos de la obsesión morbosa que se transforma en una adicción con rasgos cronenberghianos. La elección de renunciar a los efectos CGI se revela acertada, confiriendo a la película un toque retro que hará sin duda felices a los fans de la vieja escuela. Colores cálidos y oscuros amplifican la atmósfera de pesadilla que se respira desde el principio al final y que acompaña a los protagonistas a lo largo de su descenso a los abismos urbanos, donde el sexo, las drogas y la violencia mandan. A mi juicio, el mejor segmento del lote (y no por casualidad también el más caro). "German Angst" es una película ambiciosa que hace de la introspección su punto fuerte, a través de la manipulación del "Angst" (angustia): el miedo toma forma con contornos y matices diferentes, en un contexto cultural caracterizado por la represión y la violencia. Una antología que merece una mirada pero que traiciona clamorosamente las expectativas. Reseña originalmente publicada en el blog M'illumino di Horror.