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Roberto Giacomelli
•La adolescente Elissa se muda con su madre Sarah a una nueva casa en las afueras.
Las dos están huyendo de la vida caótica de Chicago y así la gran casa sumergida en el bosque, además comprada a buen precio, parece realmente una excelente oportunidad para comenzar de nuevo. Pero la gente del barrio les cuenta a los recién llegados la aterradora leyenda que se cierne sobre ese lugar: hace 7 años, justo en la casa de enfrente de donde se mudaron Elissa y Sarah, ocurrió un terrible doble homicidio, un hombre y una mujer fueron salvajemente masacrados por Carrie Anne, su hija con problemas mentales. La chica, sin embargo, huyó a los bosques circundantes y aún no ha sido encontrada. Ahora, en la casa del asesinato, vive Ryan, el hermano mayor de Carrie Anne que en el momento del crimen no estaba en la ciudad, un chico tímido y mal visto por sus compañeros con quien Elissa establece inmediatamente una relación de amistad. Cuando las personas de los alrededores comienzan a desaparecer, el eco de la leyenda vuelve a hacerse sentir.
Este es el momento de Jennifer Lawrence, una rubia de veintidós años que se ganó un Oscar a la mejor actriz por "El lado positivo". Conocida por su papel principal en el thriller "Un gelido invierno" y continuando con éxitos y elogios con el papel de la joven Mystica en "X-Men: El inicio" y "Los juegos del hambre", la Lawrence no se ha negado la oportunidad de actuar en un teen-horror de bajo presupuesto que, probablemente gracias a ella, ha obtenido un buen resultado en la
taquilla. Supongamos que el éxito de "House at the End of the Street" se deba a la protagonista, porque al ver la película nos damos cuenta de que se trata de un thriller/horror decididamente fuera de tiempo, uno de esos productos típicamente veraniegos que encajaban al menos una década atrás en la ola teen horror que ahora se ha extinguido.
No es que "House at the End of the Street" sea una mala película, al contrario, tiene ritmo y una historia tan predecible (¡pero tan!) como bien estructurada, capaz de entretener suficientemente.
Entre los puntos fuertes de esta película, además de la Lawrence que esta vez se exhibe en ajustadas camisetas sin mangas para resaltar no solo sus dotes actorales, tenemos un guión atento a la delineación de los personajes, en particular el de la protagonista, y a la construcción de una historia que logra resultar creíble a pesar de tantas descaradas concesiones al género. El autor del tema es Jonathan Mostow, famoso sobre todo por sus
direcciones "Breakdown - La trampa", "Terminator 3 - Las máquinas rebeldes" y "El mundo de los replicantes", mientras que del guión se ha encargado David Loucka, ya autor del guión de la irregular "Dream House".
Se trata de una película dirigida sin duda a un público joven, en línea con los protagonistas de la historia, ya que la trama busca sazonar de misterio y de horror una historia de amor tormentada. Por un lado está ella, una chica hermosa cortejada por el "guapo" de la escuela que, sin embargo, se revela en la primera oportunidad también un perfecto "idiota", por otro lado está él, un chico problemático, introvertido, acosado por el terrible suceso que ha manchado de sangre el pasado reciente de su familia. Y luego está la madre de ella, interpretada por una Elizabeth Shue en gran forma, que acusa a su hija de tener el síndrome de la enfermera y se opone a su relación con Ryan, colocándose de hecho entre quienes marginan al chico. Claro, dicho así parecería una historia de amor adolescente como hay a montones en el panorama internacional, pero la película abandona pronto esta línea para acoger de brazos abiertos todo lo imaginable del horror postmoderno. Numerosos son los clichés del horror, que toman a manos llenas de los slasher de los años 90, películas sobre casas embrujadas/lugares malditos, leyendas
urbanas y psycho-thrillers con un toque de torture porn moderno. Entre sustos telefoneados y giros que no cuesta prever, "Hates - House at the End of the Street" contiene tantas cosas que un apasionado del género ya curtido encuentra quizás más con placer que con fastidio, vista la manera en que todo está mezclado.
Muy buena la atmósfera, a ratos morbosa y opresiva, con una dirección encomendada al joven inglés Mark Tonderai - ya autor del reciente "Hush - Pánico" - que al principio irrita por su estilo de videoclip, pero luego se deja apreciar en los momentos de construcción de la tensión.
Nada imprescindible, por lo tanto, "Hates - House at the End of the Street", una película que huele a ya visto varias veces, pero la buena confección, una protagonista prestigiosa como la Lawrence y una escritura de manera pero exitosa, hacen de este thriller/horror típicamente veraniego una visión agradable.