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Giuliano Giacomelli
•La vida del agente de policía Edward Malus cambió drásticamente desde el día en que no logró salvar a una mujer, junto con su hija, de un trágico accidente de tráfico. Ahora sufre una gran crisis depresiva y no hace más que llenarse de medicamentos en un intento por olvidar. Un día, recibe inesperadamente una carta de su ex, Willow, que le suplica que se reúna con ella en la pequeña y privada isla de Summersisle para buscar a su hija Rowan, desaparecida misteriosamente hace unos días. El agente Edward se dirige inmediatamente a la isla, donde notará desde el principio el extraño comportamiento de los habitantes, que llevan una vida atrasada y dedicada a la agricultura. Hecho aún más extraño, la isla parece estar completamente bajo el mando del sexo femenino. Edward comenzará a investigar la misteriosa desaparición de la niña, que parece estar estrechamente relacionada con la aproximación de la fiesta recurrente del pueblo en la que se venera a la diosa Summersisle con sacrificios humanos.
En una época en la que los remakes están a la orden del día gracias al gran éxito que, en su mayoría, obtienen al salir en salas, no se podía dejar pasar la oportunidad de hacer un remake de "The Wicker Man", película británica estrenada en 1973 y dirigida por Robin Hardy, que, lamentablemente, sigue sin estrenarse en Italia.
Este remake de "The Wicker Man" (retitulado para el italiano con el erróneo título "Il Prescelto") resulta ser una de las películas más criticadas (negativamente) de los últimos tiempos, descrita como un desastre que no hace más que arruinar la fama de la película de 1973. Pero ¿este remake es realmente tan desastroso? La respuesta es, sin duda, no.
La película en cuestión decide, en un primer momento, reelaborar y modificar varios aspectos de la película original para que el resultado final no sea solo una mala y derrochadora reinterpretación de la película de Hardy. Así, a diferencia de lo que ocurría en la película original, se contiene el componente religioso que anteriormente desempeñaba un papel protagonista para convertirse aquí en un elemento no particularmente relevante, y se eliminan por completo las numerosas escenas orgiásticas o musicales que caracterizaban la película de 1973. Pero los cambios no terminan ahí; de hecho, en este "Il Prescelto" se decide introducir y dar gran relevancia al componente feminista, y así la isla de Summersisle está completamente bajo el control/mando del sexo femenino, mientras que el sexo masculino es representado como un sexo decididamente sometido, sin derechos y cuya única importancia es la de realizar la reproducción.
Bastante relevancia también se da al componente psicológico/característico de la secta, que se enmarca de manera extremadamente atrasada, de modo que se practica aún la economía de subsistencia y la agricultura tiene una importancia fundamental. Además de este marcado atraso económico, también hay un particular atraso psicológico, de modo que en la isla de Summersisle dominan claramente los prejuicios hacia los extraños (a nadie se le permite acceder a la isla si no posee una invitación particular) y se tiene una marcada concepción teocéntrica (la divinidad en el centro de todo) de modo que todos los acontecimientos se atribuyen a la divinidad venerada y es en su honor que cada año se realiza un sacrificio humano para asegurarse una buena cosecha en el año siguiente.
Pero a una serie de hallazgos muy precisos y bien desarrollados se suman algunos pequeños defectos, como la escena del final, un poco desafortunada, que ve a nuestro agente Edward luchando contra el sexo femenino a golpes de pies y puños, una elección que, aunque no particularmente desastrosa, puede resultar poco elegante y poco ingeniosa.
Digna de mención es la fantástica realización del final que tiene lugar durante el día dedicado a la diosa y en el que ocurre el esperado sacrificio que implica un mastodóntico "Hombre de mimbre" (the wicker man, en efecto), un final que dejará seguramente atónitos ante la crueldad y la negatividad que expone; lástima por la adición del doble final "inútil" que sale un poco demasiado del "carril" resultando bastante fuera de lugar.
La dirección de "Il Prescelto" está a cargo de un poco conocido (al menos en lo que respecta al género de terror) Neil LaBute, que dirige todo de manera bastante elemental sin conferir a la obra ninguna identidad particular; mientras que el punto fuerte de la película puede encontrarse en quien interpreta al agente Edward Malus, es decir, un perfecto, como siempre, Nicolas Cage, que nos regala una vez más una espléndida interpretación logrando caracterizar de la mejor manera al personaje interpretado, dándole una personalidad simpática y extrovertida que sale de los estereotipos comunes de "agente duro de una sola pieza"; mientras que en el papel del jefe de la secta (en el original interpretado por Christopher Lee) encontramos a una Ellen Burstyn que no siempre está a la altura de la situación y ofrece una actuación un poco demasiado exagerada.
En conclusión, se puede decir que "Il Prescelto" es un producto muy subestimado, que aunque no brille en el firmamento de los mejores remakes, sigue siendo un producto agradable y muy fluido que logra captar la atención del espectador desde el principio hasta el final.