INSIDE

Marco y Sarah son una joven pareja burguesa que regresa a casa después de una noche en la que algo los llevó a una pelea. Al llegar a casa, él sale nuevamente para comprar cigarrillos y ella es atacada por dos delincuentes que se han colado en la casa. Los ladrones atan a Sarah y, al regresar Marco, hacen lo mismo con él. Pero no todo es lo que parece y la pareja de ladrones ha elegido la villa equivocada para saquear... Daniele Misischia es un joven director entre los más prolíficos del panorama indie italiano contemporáneo: apenas cinco años de actividad y una veintena de títulos (cortos, largos y web series) en su currículum, con una increíble media de cuatro películas dirigidas al año. La especialidad de Misischia son los fan movies basados en famosos videojuegos, ya que el éxito de su corto sobre Max Payne (« Max Payne: Days of Revenge », 2009) lo impulsó a probar con Silent Hill (« Silent Hill: Lost Innocence », 2011) y recientemente con Resident Evil (« Resident Evil: Underground », 2012). Trabajos que sufren la falta de medios, pero que muestran cierta imaginación y competencia en el tratamiento de los temas. Con « Inside », Misischia debuta en el largometraje presentando un thriller muy negro que en más de una ocasión mete la mano en el torture porn. En primer lugar, podemos constatar que a Daniele Misischia y al coautor del sujeto Cristiano Ciccotti les gustó « The Strangers » de Bryan Bertino, porque los primeros 20 minutos de « Inside » son prácticamente el remake de la película de 2008, luego afortunadamente la película de Misischia adquiere una identidad específica y va en una dirección completamente diferente, construyendo un « home invasion movie » con varias balas en la recámara. La bondad de « Inside » está precisamente en la idea base, un thriller « casero » que se fortalece con un giro a mitad de la trama bastante logrado. En un momento dado, el espectador queda impactado por la dirección que toma la película y se puede decir lo mismo de un final igualmente « impredecible ». Por lo tanto, las bases están ahí y « Inside » sabe hacerse recordar por algunas buenas ideas utilizadas a propósito. Desafortunadamente, el guión cojea y no está a la altura del sujeto, el comportamiento de algunos personajes es poco creíble (el tipo evirado que no sufre más de tanto, solo para dar un ejemplo...), el personaje de Alex el justiciero es innecesario y límite paródico y los diálogos parecen en su mayoría improvisados. No ayuda el reparto poco convincente y una dirección demasiado frenética y fingidamente « sucia », con encuadres constantemente « e innecesariamente » temblorosos, zoom aleatorios, casi como si estuviéramos ante un mockumentary o un vídeo de realidad televisiva. Muy buena, en cambio, la banda sonora y el uso que se ha hecho de ella, lista para subrayar estados emocionales y picos de tensión. El uso bastante descarado del binomio « sex & violence » es otro punto a favor de « Inside », que no escatima en maldad y situaciones calientes, casi siempre excluidas cuando se habla de cine independiente sin presupuesto, como en este caso. « Inside », por lo tanto, convence a medias, algunos aspectos loables son contrarrestados por un guión apresurado y un estilo aún en vías de definición.