MF
Massimo Filograna
•Nancy, después de la espantosa muerte de su novio, de todos sus mejores amigos y de su madre, aunque se salvó, sufre un colapso nervioso. Recuperada, se gradúa en psicología y años después decide volver a su ciudad natal. Uno de sus colegas, de hecho, está a cargo de un grupo de jóvenes inadaptados que se suicidan inexplicablemente de las maneras más extrañas. Consciente de la responsabilidad de Freddy y decidida a saldar la cuenta de una vez por todas, acude en su ayuda formando un equipo de "guerreros del sueño" cuya fuerza será superar en el sueño mismo las inseguridades psicológicas y las discapacidades físicas que los persiguen en la vida real. El mismo colega escéptico tendrá que reconsiderar su postura y se pondrá de su lado en la lucha contra el mal. Esta vez Freddy tendrá mucho que hacer... Por primera vez se revelan los orígenes de Freddy: es hijo de una monja secuestrada y violada 50 años antes en un manicomio criminal por cientos de maniáticos sexuales. La película se enorgullece de un tema fuertemente deseado y, por lo tanto, guionizado por el mismo Wes Craven, en el que asistimos al regreso de la hermosa Nancy, ahora más madura y preparada que la adolescente indefensa y neurótica vista en el primer capítulo, y a una de las primeras apariciones de Arquette en el papel de Kristel, la chica cuyo poder es guiar el resultado de los sueños; pero la originalidad de la película reside sobre todo en abandonar los temas de una realidad onírica cruda y tenebrosa en favor de un mundo más colorido y lleno de acción donde las víctimas ya no son sombras pálidas con un destino marcado por las garras afiladas de Krueger, sino héroes intrépidos, cuyos rasgos psicológicos y acciones se asemejan mucho a los protagonistas de las series manga y anime que comienzan a surgir en esos mismos años. Craven, además, tiene el mérito de haber sabido reinventar el personaje de Freddy, añadiendo una ironía mordaz en los comentarios dirigidos a sus víctimas, hasta el punto de volverse casi "simpático" para el espectador. Es una caracterización que encontraremos puntualmente y afectuosamente aburrida en las diversas secuelas torpes de los años 90 (excepto la original "Nightmare Nuevo Pesadilla" en la que Craven, al final de la serie, se ocupa nuevamente de la dirección - ver reseña). En conclusión: el capítulo más divertido e innovador de toda la serie.