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EL CIEMPIÉS HUMANO 2

The Human Centipede 2 (Full Sequence)

2011 NL HMDB
octubre 6, 2011

Martin es un solitario con problemas mentales que vive con su madre en un barrio marginal de Londres. Trabaja en el turno nocturno como guardia de seguridad en un estacionamiento subterráneo. Allí se obsesiona cada noche viendo una y otra vez la película 'The Human Centipede' en el pequeño televisor de su oficina. Al borde de la locura por culpa de su padre, y su difícil niñez, Martin pone en marcha un plan para emular el ciempiés humano que tantas veces ha visto en su película favorita. Secuela del largometraje holandés "The Human Centipede" (2009).

Directores

Tom Six

Reparto

Laurence R. Harvey, Ashlynn Yennie, Dominic Borrelli, Georgia Goodrick, Maddi Black, Kandace Caine, Lucas Hansen, Lee Nicholas Harris, Dan Burman, Daniel Jude Gennis
Dramma Horror Crime

RESEÑAS (1)

AC

Andrea Costantini

Martin, un gordo y no del todo cuerdo custodio de un garaje subterráneo, tiene una película favorita: The Human Centipede, aquella en la que ese médico loco une a tres pobres desgraciados como si fueran una cucaracha humana, creando un único aparato digestivo. Está obsesionado con la película hasta el punto de hacerse la malsana idea de repetir la obra del médico, esta vez con muchos más elementos. Así que comienza a atraer víctimas en su lugar de trabajo y a encerrarlas en un cobertizo alquilado. ¿Recuerdas el tablero luminoso en el que el Dr. Heiter, cirujano loco y genial del primer "The Human Centipede", proyectaba su depravado plan a las tres víctimas atadas a las camas? ¿Recuerdas que explicaba cómo conectaría el ano del primero con la boca del segundo y así sucesivamente? ¿Que cortaría los tendones de las rodillas para impedir que la cucaracha se levantara? ¿Que quitaría todos los dientes de los miembros centrales para facilitar la conexión? Bueno, en la primera película estas acciones se proyectaban en la pared para ser luego puestas en práctica fuera de nuestro campo de visión, pero en este segundo capítulo exagerado se llevarán a cabo todas delante de nuestros ojos, sin dejar nada a la imaginación. Hay que reconocer a Tom Six que es realmente bueno creando personajes borderline, esta vez en sentido opuesto al mencionado médico, eligiendo a un semi desconocido con una mímica increíble para interpretar al maniaco: Lawrence R. Harvey, perfecto para el papel del desviado Martin. Martin es el custodio de un garaje y pasa el tiempo viendo y reviendo su película favorita, "The Human Centipede". Martin es gordo, siempre sudado, tiene asma y solo se expresa con sonidos. Es asqueroso, sucio, incontinente. A veces se enfada tanto que destruye cabezas a golpes de palanca, otras veces saca su pistola y siembra el terror en el garaje donde trabaja. Se encarga de manera maníaca de su cucaracha, esta vez un verdadero artrópodo que guarda en una vitrina, lo alimenta, lo ama. Hay otro hecho que no hay que pasar por alto y es que Martin no es un cirujano. Es un loco furioso que no tiene la más mínima idea de lo que significa septicemia, anestesia y sobre todo higiene. Un malo de antología el del nuevo capítulo de la saga de la cucaracha. Es despiadado pero es un torpe. Da risa verlo llevar a cabo su plan, aunque en realidad no hay nada de qué reírse. Se siente una mezcla de asco, diversión, compasión y nerviosismo ante este personaje que por sí solo sostiene toda la primera hora de la película. La última media hora, en cambio, es alta carnicería. "Full Sequence" está conectado de manera inteligente al final de la primera película, a pesar de ser estilísticamente del todo diferente. En primer lugar, es en blanco y negro, un hermoso blanco y negro que acentúa aún más la suciedad del quirófano del cobertizo y del garaje así como la locura de los lugares, brutos que no se puede. La ambientación de pesadilla, los personajes más allá del límite de lo creíble (la madre de Martin, el psicólogo, el vecino tatuado) y la banda sonora hecha casi exclusivamente de ruidos industriales no pueden sino recordar la obra maestra surrealista "Eraserhead", aunque se trate de una película del todo diferente. La primera parte de unos cincuenta minutos es una caza de los miembros del proyecto. Cualquiera que caiga bajo la palanca de Martin acabará en el cobertizo, desnudo y atado como una salchicha. Es una parte cargada de locura, totalmente centrada en Martin y su relación con la primera película, con su madre tan loca como él que solo tiene un objetivo: eliminar a sí misma y a su hijo. Una hora preparatoria para los fuegos artificiales anunciados en la que se notan algunas incoherencias: no se entiende bien cómo Martin puede hacer todo ese lío cada noche en el garaje, disparando sin cesar y salpicando sangre por todas partes sin que la policía intervenga. Además, a la larga, la película resulta un poco repetitiva, pero son detalles en los que se pasa por alto. La segunda parte, en cambio, es la operación quirúrgica en sí, una especie de escena de bricolaje hecha con cuerpos humanos y herramientas recuperadas de los armarios de la cocina y la caja de herramientas. Y aquí los estómagos débiles (y las mujeres embarazadas) deben abandonar la visión porque no se nos perdonará nada. Dientes arrancados, tendones cortados con tijeras de cocina, nalgas destripadas. Treinta minutos de violencia sin límites que tiene como clímax otra escena desviada incorrecta como pocas (después de "A Serbian Film"), con una mujer de parto. Como si no bastara después de toda la sangre derramada, Martin atento, también se ocupará de la nutrición de su cucaracha, en una secuencia escatológica afortunadamente en blanco y negro, pero de fuerte impacto. Difícil de retener la cena en el estómago. Un buen seguimiento, no para todos los paladares, para una película que ya es un culto. A la espera de ver el tercer capítulo, sobre el cual aún reina un poco de misterio, no podemos hacer otra cosa que esperar que Tom Six mantenga las ganas de renovarse, y realizar la cucaracha definitiva.