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Roberto Giacomelli
•Un equipo de televisión estadounidense, liderado por el periodista Tim Manfrey, se dirige a Burundi para realizar un reportaje. Se dice que en el río que atraviesa la ciudad africana vive Gustave, un enorme y anciano cocodrilo que a lo largo de los años ha devorado al menos 300 personas. Tim y su equipo intentarán filmarlo y, si es posible, capturarlo; pero otra amenaza se cierne sobre la población: la guerra civil.
El ya muy explotado y saturado género del beast movie o eco-vegenace está produciendo a raudales mediocres producciones direct-to-dvd que tienen como protagonistas tiburones, arañas, serpientes, dragones de Komodo y cocodrilos, monstruos de excepción en tramas con un sabor más bien de acción pobre. Entre tanto desecho, se puede encontrar alguna rara perla, como ocurre con "Primeval" ("Paura primordiale" en el original), clásico del cine sobre el que no se apostaría un céntimo y que sin embargo logra sorprender positivamente. De hecho, la película dirigida por el realizador televisivo Michael Katleman ("Smallville"; "Tru Calling"), a diferencia de sus primos más cutres, tiene algo que contar y no se limita a las habituales y aburridas cacerías del monstruo.
El guion de "Primeval", firmado por el dúo John Brancato y Michael Ferris ("Catwoman"; "Terminator 3"), intenta el difícil equilibrio entre película de terror y drama civil, una mezcla que, si no se trata con cuidado, podría dar lugar a motivos de patética hilaridad. Afortunadamente, este no es el caso de "Primeval" y la introducción de una subtrama que muestra la precaria situación política y social en el norte de África no solo es funcional a la historia del cocodrilo, sino que logra hacer que la película en cuestión sea interesante más allá del aspecto puramente lúdico. El norte de África está devastado desde hace varios años por guerras civiles que enfrentan a las dos principales etnias del país y el cine, en los últimos años, parece haberse sensibilizado particularmente al respecto (basta ver películas recientes como "Blood Diamond" y "El último rey de Escocia"). Es inusual encontrarse con un beast movie que aborde este tema y la elección no puede más que ser apreciada y original, como para subrayar un horror mayor al del símbolo del cine de terror, un horror que reside en las inconsideradas hazañas del ser humano, más peligroso y despiadado que un enorme reptil devorador de hombres.
La figura del cocodrilo Gustave está inspirada en una de esas historias consideradas "verdadera", pero que quizás son más asimilables al universo de las leyendas urbanas. Se dice, de hecho, que Gustave realmente infesta Burundi y que ha sido responsable de la muerte de al menos 300 hombres: nadie ha logrado fotografiarlo, filmarlo o capturarlo, pero la población está firmemente convencida de su centenaria existencia y lo teme. Para la realización de Gustave se utilizaron tanto efectos mecánicos como gráficos por computadora (en su mayoría) y el resultado puede considerarse satisfactorio, con algunas escenas que tienen como protagonista al enorme reptil realmente excelentes (por ejemplo, la persecución fuera del agua).
El reparto incluye nombres como Dominic Purcell ("Blade Trinity"; "Prison Break"), Orlando Jones ("From Dusk Till Dawn 3"; "Evolution"), Brooke Langton (Las reservas) y el todoterreno Jürgen Prochnow ("El semilla de la locura"; "El código Da Vinci").
Realmente excelentes y sugestivos los escenarios africanos y la fotografía de Edward J. Pei que prefiere tonos cálidos y colores virados hacia el sepia.
En conclusión, "Primeval" es un buen producto que eleva mucho la calidad media del beast movie contemporáneo, resultando uno de los mejores films con un cocodrilo asesino como protagonista.