PLANKTON

Cinco amigos se adentran en el mar con una balsa hasta perderse. Al llegar la noche, los jóvenes avistan un barco aparentemente desierto y suben a bordo. Se trata de un lujoso yate, equipado con todas las comodidades y un laboratorio donde se conservan muchos peces extraños en hibernación. Pronto, los pasajeros del barco se dan cuenta de que la tripulación ha sido diezmada por una criatura misteriosa y de que se estaban realizando experimentos genéticos con los peces en ese barco. Si pensabas que lo habías visto todo en cuanto a películas de bestias, asegúrate de no haberte perdido "Criaturas de las profundidades" (o "Plancton" como se conoce en el extranjero), donde la amenaza a temer son peces voraces congelados, o más bien, en el origen de todo esto, el plancton radiactivo, es decir, el conjunto de corpusculos y microorganismos transportados por el agua. En resumen, de la manera que sea, puedes estar seguro de que una amenaza de ese tipo no es común en el cine de terror. En la cabina de dirección está Al Passeri (que no es un seudónimo de Massimiliano Cerchi, como indica IMDb, sino que se trata de dos personas diferentes), conocido sobre todo como especialista en efectos especiales para algunas películas de los años 80 como "El cazador de tiburones", "Bestias salvajes - Bestias feroces", "Los depredadores de Atlantis" y "Los guerreros del año 2072", que con su compañía de producción, Production Film 82, intentó continuar la tradición del cine italiano de género cuando ya nadie lo practicaba. "Criaturas de las profundidades" data, de hecho, de 1994 y todos sabemos lo difícil que ha sido continuar produciendo películas de terror en Italia después de los años 80 (una tendencia aún muy actual), por lo que Passeri y su equipo realizan una película pensando en las ventas en el extranjero y gran parte del elenco artístico y técnico es extranjero, al igual que los lugares de rodaje que son en parte estadounidenses (más precisamente Miami, sobre todo para los exteriores). La película en cuestión, sin embargo, duele decirlo, es de una pobreza desarmante. Querer perpetuar el recuerdo de una industria cinematográfica de género respetable con películas como "Criaturas de las profundidades" es francamente perjudicial para la memoria nacional. Si ya desde el exiguo tema se puede intuir que la película no será ciertamente una "obra maestra", al menos se podría esperar un B-movie (o incluso un C-movie, ¿por qué no?) sabroso... no es tan improbable, ¿no? Y en cambio tenemos lo peor de lo peor, exactamente lo que nunca hubiéramos querido que una película de este tipo fuera. La comedia involuntaria está constantemente presente y a veces es debido a la total incapacidad del director para hacer su trabajo. Si por un lado la dirección de los actores es simplemente inexistente - ya de por sí el reparto es bastante "canino", pero estos jóvenes están visiblemente desorientados, dejados a la deriva - la construcción de ciertas escenas de la manera en que las vemos también es totalmente errónea. Tomen como ejemplo la larga introducción, en la que los jóvenes en la balsa se alternan con las escenas en el yate con el monstruo que causa estragos. La larga secuencia está mal construida, las frecuentes escenas de la lengua del monstruo que golpea como un látigo están insertadas en el momento equivocado y hacen sonreír - pero a la larga molestan - por la manera pedestre en que se ha manejado la sincronización de las imágenes y la inserción de la banda sonora. Pulgar hacia abajo también en el sector de efectos especiales, a veces representados por una gráfica por computadora anticuada que hace parecer a los peces tan pegados a la película que molestan. Pero "Criaturas de las profundidades" utiliza diferentes técnicas para la creación de las criaturas; si la CGI es francamente inaguantable, los efectos en stop motion no son menos toscos, casi simpáticos. La única que se salva es la escena de transformación, creada con prótesis y efectos más tradicionales (seguramente más conformes al mismo Passeri), realizada de manera bastante buena y única escena truculenta de una película que por lo demás parece avergonzarse de mostrar esa sangre y esas tripas que durante los años 80 nos hicieron famosos en el mundo. El ritmo también es latente y durante tres cuartas partes de la película no sucede absolutamente nada, hasta el final agitado hecho de explosiones y monstruos rígidos. La única cosa que impulsa a seguir viendo es la frecuente presencia de escenas basura y delirios absurdos que de tanto en tanto sazonan la trama. En resumen, "Criaturas de las profundidades" es el típico film de serie Z que solo se puede ver con la intención de burlarse, una suma del trash made in Italy para exportación que nos hace echar cada vez más de menos los buenos tiempos (cinematográficos) pasados.