ORGULLO + PREJUICIO + ZOMBIS

Siglo XIX, Inglaterra. Una terrible pestilencia está transformando a los seres humanos en putrefactos muertos vivientes y por esta razón muchos son entrenados en autodefensa desde niños. No es diferente la noble familia Bennet, cuyas cinco hijas jóvenes son instruidas en artes marciales. Entre ellas destaca Elizabeth, a quien su madre le gustaría casar con el Sr. Darcy, amigo fraternal del Sr. Bingley, a quien está prometida la hermana mayor de Elizabeth, Jane. Elizabeth está firmemente en contra del matrimonio, aunque valora a Darcy por sus habilidades para matar zombis, pero cuando la amenaza no-muerta avanza hacia la ciudad, las hermanas Bennet y Darcy deberán dejar de lado el orgullo y los prejuicios para unir sus fuerzas contra un enemigo común. En 2009, el joven escritor/cómic/scenarist Seth Grahame-Smith llegó al éxito editorial con la novela "Orgullo y prejuicio y zombis", en la que, bajo el consejo de su editor que le sugirió anclarse a algo clásico para no pagar los derechos de autor, hizo suya la famosa obra de Jane Austen y la mezcló con la moda actual de los zombis. El éxito fue tal que la película fue inmediatamente opcionada para una reducción cinematográfica, a la que mostró interés la actriz Natalie Portman, como productora. La producción de la película fue particularmente problemática, mientras tanto Seth Grahame-Smith escribió una segunda novela "Abraham Lincoln: Cazador de vampiros", que se convirtió inmediatamente en una película bajo la dirección de Timur Bekambetov y la producción de Tim Burton. Pero al final, "Orgullo y prejuicio y zombis" logró llegar al cine bajo la dirección de Burr Steers, quien tiene un pasado como actor para el cine de terror ("Intruder – Terror sin rostro") y para Tarantino ("Pulp Fiction" y "Perros de la calle") y como director para la película juvenil con Zac Efron "17 Again". "PPZ – Orgullo y prejuicio y zombis", como se titula la película con un guiño más que evidente al blockbuster con Brad Pitt "WWZ", es un producto decididamente poco exitoso porque no logra encontrar el justo equilibrio entre la Austen y el terror que Grahame-Smith había logrado conferir en la novela. Comencemos con una constatación que en sí misma tiene un poco todo el sentido de la operación y el porqué del "fracaso": "PPZ – Orgullo y prejuicio y zombis" es un PG-13 y nace para satisfacer ante todo a un público de adolescentes. No estamos absolutamente en el territorio de la nefasta moda del agotador young adult, pero, por ciertos aspectos, la película de Steers sale casi como una operación complementaria. Al final, hay mucho "Orgullo y prejuicio" y muy poco "Zombis" en esta película, mostrando un desequilibrio en favor de la dimensión romántica propia de la obra de la Austen, dejando así con la boca seca al espectador que esperaba muertos vivientes hambrientos de carne humana. Los zombis están presentes, a veces tienen un look incluso inquietante (aunque las correcciones en CGI no siempre son agradablemente exitosas), desafortunadamente tienen un comportamiento a veces mimético que genera confusión y muestra indecisión de intenciones, pero ese maldito PG-13 lo arruina todo y hace vano el intento de horrorizar una pequeña historia rosa bastante empalagosa (que la Austen del más allá no nos lo tenga en cuenta). Durante las casi dos horas de "PPZ – Orgullo y prejuicio y zombis" no corre una sola gota de sangre, todas las muertes están fuera de campo y las hojas de las espadas, después de ensartar y cortar, siempre se muestran irrealmente limpias. Y esto, en la época de los muertos vivientes televisivos de "The Walking Dead", ¡es realmente grave! La atención a la componente rosa también está subrayada por elecciones de casting precisas que colocan en el papel de Elizabeth Bennet a la bella y talentosa Lily James, conocida por la serie de televisión "Downton Abbey" y especialmente por la película de Disney "Cenicienta", y la ponen al lado de Sam Riley, que hacía el cuervo mágico en la otra película de acción real de Disney "Maleficent", y el inexpresivo ídolo de las jovencitas Douglas Booth, visto en "Posh" y "Romeo y Julieta". Para no faltar nada, también está Matt Smith, uno de los Doctores más amados de la serie "Doctor Who", que añade un toque de humor, y luego dos actores de clase que vienen directamente de "Juego de Tronos", los Lannister Charles Dance y Lena Headey, que añaden profesionalidad pero confirman la intención de espejismo. Y luego está este guión apresurado en el que se intenta condensar en menos de dos horas casi 400 páginas y se tiene la fuerte sensación de resumen, con pasajes poco claros, personajes que nos desaparecen bajo los ojos, eventos importantes tratados con superficialidad y, sobre todo, personajes poco desarrollados... incluidos los protagonistas. Aquí y allá hay también alguna intuición bien lograda, como la de las moscas para identificar a los no-muertos (detalle inventado especialmente para la película) y el concepto de base es en sí mismo atractivo, lo suficientemente extraño como para hacerse recordar más allá del éxito o fracaso de la obra. Al final, la sensación que prevalece es la de la enorme oportunidad desperdiciada, porque sin guetizarse en el PG-13 y con un guión más cuidadoso, podría haber salido un blockbuster-horror de los memorables.