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Emiliano Ranzani
•Premutos, el ángel caído, es una entidad que regresa a la Tierra desde hace siglos, trayendo siempre consigo la muerte y la destrucción. Un pobre chico es su encarnación en el mundo moderno y está atormentado por visiones que lo llevan a épocas pasadas, hasta que se transforma en Premutos, desencadenando un ejército entero de muertos vivientes.
Olaf Ittenbach, tercer mayor exponente del splatter underground teutónico, hizo con esta película su debut cinematográfico (en 16mm, para ser precisos). La película, en sí, no se centra tanto en la historia como en los efectos especiales, y hay que decir que estos últimos cumplen con su cometido. Claro, con un presupuesto bajo, la película tiene sus limitaciones (un ejemplo: los fusiles no disparan: en postproducción se añadieron los sonidos, pero no hay ningún destello) y todo, al final, se reduce a un baño de sangre (con una gran deuda hacia “Braindead” de Peter Jackson), a veces interrumpido por algún sketch cómico, pero se deja ver con cierto placer e interés.
(3 Cráneos)