RG
Roberto Giacomelli
•En una isla privada de las Islas Fiyi, el multimillonario Niles está construyendo el "Primal Park", un gran zoo donde se mantienen en cautiverio tigres de dientes de sable, recreadas en laboratorio gracias a complejos experimentos de clonación. Durante la ceremonia dedicada a la presentación del parque a los financiadores, el error de un guardián hará que las tigres sean libres de moverse fuera de las jaulas. Todo el personal del parque, los financiadores y un grupo de jóvenes en un viaje de premio, se encontrarán en gran peligro.
Imaginen un "Jurassic Park" sin reptiles prehistóricos, pongan en su lugar dos tigres con dientes de sable y medio recreadas con efectos digitales discutibles; imaginen un grupo de actores al límite de la decencia, una dirección plana y una fotografía de película de matrimonio; imaginen un ritmo lento y una acción redundante que imita en más puntos el ya mencionado "Jurassic Park": todo esto es "Primal Park – El Zoo del Terror", producción televisiva que Sony distribuye en el mercado del home video.
Existe un precedente a esta película, otra producción para la televisión, "Sabretooth", retitulada en Italia "Wild – Ataque en las montañas" que, a pesar de la construcción televisiva clásica y todos los límites que de ello se derivaban, conseguía entretener y resultar al menos visible. Con "Primal Park", que con "Wild" comparte argumentista y guionista, se cae en la categoría más baja de productos de imitación, hechos con un par de dólares y objetivamente con resultados embarazosos.
La idea de hacer una versión de terror de "Jurassic Park" (que ya de por sí tiene potencialidades de terror no desdeñables) podría resultar también mona y, si bien tratada, dar vida a una obra divertida; desgraciadamente, "Primal Park" cae en todos los errores posibles en los que un producto de este género podría haber caído, empezando por un guión desastroso que alterna ritmos lentos y secuencias repetitivas a hallazgos ridículos que parecen escritos con la intención de parodiar la película de Spielberg (los guardianes del parque que poco a poco se introducen en la jaula del tigre, desarmados y solos, para ser inmediatamente trucidados, es realmente una mala idea así como poco plausible), sin hablar luego de los embarazosos diálogos que parecen copiados de un cómic de tercera categoría.
¿Y qué decir de los efectos especiales que especiales no lo son en absoluto? Las tigres, cuando se las ve de cerca o detrás de los arbustos, están realizadas con unos feos muñecos de peluche, cuando entran en acción, en cambio, son en gráficos por computadora que, aunque no siendo malos, no son ciertamente a la altura de la perfecta integración efecto-entorno a la que se ha llegado hoy en día. Olvidar algunos elementos de la escenografía inexplicablemente realizados en un digital muy falso.
Actores perros que se esfuerzan al máximo para dar un mínimo de credibilidad a sus personajes, fracasando miserablemente, y una dirección para nada incisiva de George Miller, que no tiene nada que ver con el más noble homónimo autor de "Mad Max", sino que se ha limitado en su carrera a dirigir peliculitas para la televisión y algún semiblockbuster como "La Historia Interminable 2" y "Robinson Crusoe".
Algunos efectos splatter aquí y allá, pero nada podría salvar a "Primal Park – El Zoo del Terror" del círculo de los malos productos para home video.
Muy desaconsejado.