RG
Roberto Giacomelli
•Tras la misteriosa epidemia que ha afectado a los habitantes de un edificio en el corazón de Barcelona, se envía al lugar a varios hombres del cuerpo especial de la policía, acompañados por un funcionario del Ministerio de Sanidad, para rescatar a los dos bomberos y la periodista que quedaron atrapados en el edificio y con quienes se ha perdido todo contacto. Mientras tanto, tres adolescentes curiosos, intrigados por la intervención de las autoridades, se infiltran en el edificio a través de las alcantarillas.
En 2007 llegó desde España "[Rec]", el mockumentary adrenalínico y aterrador realizado por los "masters of horror" ibéricos Jaume Balagueró y Paco Plaza. El éxito de público y crítica fue tal que incluso generó un remake estadounidense, "Cuarentena", y una continuación de una historia que ya ofrecía buenos puntos de desarrollo era inevitable. Así, dos años después, llega "[Rec] 2", y España vuelve a acertar.
El riesgo de fracaso era alto: por un lado, porque una secuela inevitablemente tendría que enfrentarse a un primer episodio "imponente", y por otro, porque la reutilización de la técnica de filmación en primera persona y la misma localización podría haber caído en un mecanismo repetitivo y sin sentido. Sin embargo, Balagueró y Plaza logran casi igualar el primer episodio, confeccionando otro buen filme que se presenta nuevamente como una auténtica experiencia de terror.
Aunque la situación y la localización son las mismas que en la película anterior, los dos directores consiguen no repetirse al cambiar el tono del relato e introducir la novedad fundamental de la ubicuidad narrativa. "[Rec] 2" comienza exactamente donde terminó el capítulo anterior, mostrando la irrupción en el edificio de un equipo de intervención equipado con cascos con cámaras incorporadas. Esta vez, el ojo de la cámara ya no coincide con el ojo del espectador, sino que son los ojos de las cámaras los que documentan los eventos, una pluralidad de visiones que ofrecen una panorámica completa de los acontecimientos: el espectador puede ver lo que sucede en una habitación mientras observa simultáneamente el pasillo del mismo apartamento, según la disposición de los hombres en el plano del edificio, sin olvidar la visión "alternativa" de los eventos proporcionada por el trío de adolescentes equipados con cámaras que merodean primero fuera y luego dentro del edificio. Este enfoque permite una visión no solo completa espacialmente, sino también temporalmente, utilizando un montaje de diferentes dispositivos encendidos simultáneamente y mostrado al espectador tanto en tiempo real como en diferido.
La crítica al mundo de la televisión, que busca el sensacionalismo y el escándalo a toda costa, aquí ha sido sabiamente abandonada -un discurso llevado y concluido brillantemente en la primera película- dejando paso al desarrollo narrativo puro, que se sumerge en un entretenimiento intenso donde el sensacionalismo ya no es un medio sino un fin. El homo videns sigue siendo el protagonista de la historia, la imagen sigue siendo un reflejo del contenido, pero esta vez la importancia se da principalmente a la resolución de los nudos planteados en la primera película, haciendo que los dos episodios puedan disfrutarse incluso en una sola sesión, dada la continuidad y la corrección filológica presentes. Balagueró y Plaza, también guionistas junto con Manu Díez ("The Nun"), profundizan en la causa detrás del contagio ofreciendo una agradable pista sobrenatural-demoníaca que sin duda representa la elección más acertada, diferenciando así la saga "[Rec]" de la multitud de películas del género "contagio". Este enfoque también permite nuevas situaciones horripilantes que logran asustar e inquietar sin depender exclusivamente de efectos sonoros. Sobre todo, la primera parte ambientada en el ático ofrece un par de escenas realmente efectivas, dignas de antología.
También es notable el nivel de violencia y gore, que aumenta en comparación con el capítulo anterior, y el maquillaje de los infectados es particularmente acertado, en algunos casos realmente "monstruoso", transformando a los habitantes del edificio en auténticos demonios con colmillos, declarando aún más explícitamente el ya evidente homenaje al italiano "Demonios 2 - El regreso del terror" de Lamberto Bava.
Por supuesto, falta el efecto de novedad que flotaba sobre la primera película, una característica esencial para convertir una buena película en una excelente película, pero una vez más Balagueró y Plaza han dado en el clavo y han confeccionado una secuela de alto nivel cualitativo. El ejemplo de que una operación claramente comercial puede dar lugar a una obra inspirada y capaz de añadir elementos importantes a lo ya dicho.
Nota redondeada al alza.