STITCHES

Para el cumpleaños de Tom, su mamá contrató a un payaso particular para un pequeño espectáculo. El show se descontrola pronto y los niños empiezan a hacer pequeñas travesuras al payaso hasta matarlo accidentalmente. Stitches, el payaso que vuelve a la vida, tendrá así su propia venganza que cumplir contra esos niños, que ahora están en el instituto, que le privaron del don de la vida y que, justo el día del despertar del payaso, están dando una fiesta en casa de Tom. Una película sobre un payaso asesino despertará seguramente los miedos de muchos, ya que IT, de 1990, hizo perder el trabajo a muchos payasos traumatizando la infancia de muchos niños. "Stitches" es consciente de todo esto y decide desde el principio presentarse como una película totalmente distinta a una seria donde el payaso en cuestión es un borracho mujeriego de cuatro duros que, una vez muerto a causa de un accidente causado por unos niños, vuelve a la vida para perseguirlos y matarlos de las maneras más fantásticas. "Stitches", aunque propone un payaso asesino a su vez, resulta ser un clásico "slasher movie" bajo todos los aspectos, desde los personajes, pasando por los escenarios y las motivaciones de los asesinatos del asesino solitario que busca venganza. ¿Por qué entonces ver esta película? Porque uno se divierte mucho. El payaso aquí es una figura grotesca y exagerada, más interesante e intrigante que los niños mismos, mientras que las pobres víctimas, aunque siguen los estereotipos clásicos, tienen algo más que las hace apreciables (quizás el protagonista y su futura novia son los menos interesantes y más banales). En cuanto a los asesinatos, nos encontramos con escenas no solo muy fantásticas y divertidas, sino que derivan sin censura alguna en el splatter más "extremo", aunque tratado de manera juguetona e irónica para no caer nunca en lo perturbador. Divertidas y originales son algunas ideas, como los huevos de los payasos o la congregación de los mismos con personajes destinados en el imaginario común a ser considerados "amigos" de los niños que resultarán ser hombres todo menos fiables o moralmente "aceptables". Buen también el nivel técnico con una fotografía muy saturada y que ayuda bien a crear la atmósfera de la película, así como excelentes son los efectos especiales, en su mayoría realizados de manera artesanal con, sin embargo, algunas caídas de estilo cuando se opta por la gráfica por computadora. Nota un poco dolorosa para el payaso protagonista, desde su resurrección, porque, en comparación con los diez minutos iniciales donde tiene el protagonismo de manera absorbente, será luego mucho menos caracterizado y mucho más "clásico" a pesar de su aspecto y sus juegos mortales. El reparto está compuesto por jóvenes actores adolescentes (a excepción del famoso cómico británico Ross Noble en el papel del payaso) y así encontramos al niño protagonista Tommy Knight ("The Impressions") o Gemma Leah-Leveroux ("I Tudor") en el papel de la niña admirada y amada por Tom que hacen en sustancia su deber, mientras que las figuras de fondo como la del niño regordete y abiertamente homosexual o la de los novios matones resultan más interesantes. Final con cliffhanger de manual aunque evitable. Queda claro que estamos ante la película slasher habitual en la que un asesino durante una fiesta nocturna de solo chicos empieza a cosechar víctimas aleatorias de las maneras más atroces, pero les aseguro que "Stitches" es también malditamente divertido. Media calabaza más se lo merece.