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Claudio Casero
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13 Eerie
Un grupo de estudiantes de medicina forense es llevado a una isla desierta para una prueba final que determinará quiénes de ellos son aptos para ingresar al F.B.I. Una vez en el lugar, los estudiantes son divididos en parejas, cada una con la tarea de analizar las evidencias de un falso asesinato y sacar conclusiones científicas. En el bosque, los examinadores han colocado varios cadáveres que deben ser examinados minuciosamente. Con el paso de las horas, los protagonistas se dan cuenta de que algo extraño está sucediendo a su alrededor, comenzando con la aparición de nuevos cadáveres que desaparecen de repente. Tras un momento de incredulidad, comprenden que están frente a un grupo considerable de zombis que, en realidad, son convictos condenados a cadena perpetua llevados a la isla tiempo atrás para experimentos genéticos no especificados. Así comienza una loca carrera por la supervivencia con el único objetivo de escapar de ese lugar maldito.
Nos encontramos ante otra película de zombis, dirigida por el poco conocido Lowell Dean, pero respaldada por un productor de renombre como Don Carmody ('Camino hacia el terror', 'Silent Hill'). El reparto es relativamente heterogéneo e incluye actores que no son desconocidos para el género, como la conocida Katharine Isabelle (protagonista de la trilogía 'Ginger Snaps'), junto con rostros menos famosos como Michael Shanks ('Stargate', 'Smallville'), Brendan Fletcher ('Freddy contra Jason'), Nick Moran ('Harry Potter y las Reliquias de la Muerte') y Brendan Fehr ('Bones', 'CSI Miami').
Con un reparto de este nivel, el espectador espera una película de alta calidad, una expectativa que se ve parcialmente frustrada por el hecho de que, aunque el filme no es de mala calidad, no logra destacar en ningún aspecto.
La trama resulta bastante interesante, alejándose del cliché típico de las películas de zombis, donde, con demasiada frecuencia, se recurre a una epidemia desconocida que amenaza con destruir a toda la humanidad, llenando la pantalla de hordas de muertos vivientes tambaleantes y de mirada vacía. En este caso, los protagonistas se enfrentan a un pequeño grupo de no-muertos, revividos debido a un experimento genético no especificado, que, a diferencia de lo que solemos ver en el género, no son ni débiles ni torpes. Los monstruos son antiguos convictos, musculosos y fuertes, que en algunos momentos incluso logran usar parte de la inteligencia que tenían en vida.
El único defecto real de la película es la estupidez de los protagonistas, que, a pesar de las continuas desapariciones y los numerosos gritos que resuenan en la isla, siguen trabajando como si nada, atribuyendo todo a su sugestión.
Con un presupuesto decente a disposición del director, la película presenta varios efectos especiales impactantes y bastante interesantes, acompañados de un maquillaje profesional sin grandes fallos. Aunque no destaca por su originalidad, la localización se adapta perfectamente a la trama, aportando una notable tensión, especialmente en los momentos más dinámicos. Las tomas no presentan defectos importantes, y no hay ruidos visuales excesivos, incluso en las escenas filmadas con steadicam.
La película transcurre sin grandes tropiezos, gracias también al uso del método 'no veo nada extraño, pero siento que algo no está bien', manteniendo al espectador enganchado hasta la última escena.
'13 Eerie' es, en conjunto, una buena película en casi todos los aspectos, que podría mejorarse con una caracterización más cuidada de los personajes y, sobre todo, de sus comportamientos ante los zombis. Es una película que puede parecer banal para espectadores demasiado críticos, pero que recomiendo sin duda a los amantes del género.