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Rita Guitto
•Una masacre indescifrable en una villa y el cuerpo de una misteriosa mujer semi-exhumado. ¿Qué ha sucedido y por qué, pero sobre todo, quién es esa chica? Es lo que deben descubrir Tony Tilden, un excelente Brian Cox y su hijo Austin, interpretado por el resurgido Emile Hirsch, dos médicos forenses que trabajan en la empresa familiar en un pueblo de Virginia. Cuando el cuerpo sin vida de la joven, rebautizada como Jane Doe por carecer de identidad, llega a la morgue, nada es igual y el ojo clínico, y cínico, de los dos científicos comienza a fallar ante la rareza de lo que tienen que diseccionar: un cadáver aparentemente fresco, limpio y hermoso pero destrozado por dentro. ¿Cómo es posible?
"Autopsy", con el título original "The Autopsy of Jane Doe", es la primera película en inglés del director noruego André Øvredal, presentada en el último Toronto International Film Festival y en los cines estadounidenses desde diciembre de 2016.
Una buena película de terror, como pocas en la actualidad, que logra equilibrar un splatter educado hecho de detalles truculentos pero creíbles y nunca fin en sí mismos, con una tensión constante y palpable, bien distribuida entre la primera y la segunda parte de la película.
Pocos actores, una sola ubicación, una vieja y claustrofóbica morgue terriblemente inquietante, con un ascensor como única vía de acceso y salida, y un enigma por resolver que con cada pista se vuelve cada vez menos claro.
"Autopsy" comienza casi como un thriller absorbente para luego transformarse, poco a poco, en un terror verdadero y propio sobre un tema bastante gastado, que no les revelaremos, pero abordado de una manera totalmente nueva. Ahí radica el principal mérito de esta película, junto con la habilidad de los actores y la construcción más que convincente de los personajes. Un padre y un hijo unidos por una historia personal trágica, con problemas emocionales que intentan ocultar trabajando juntos, diametralmente opuestos en enfrentar esta autopsia singular. No se subestime, absolutamente, a Olwen Kelly, la actriz que encarna a la misteriosísima Jane Doe, brillante incluso en el papel del cadáver.
Para un ojo acostumbrado al terror, la solución del enigma no es tan imposible de descubrir, pero las intenciones de la película son otras.
El director, de hecho, sabe jugar sabiamente con las certezas del espectador que sabe que va a suceder algo horrible y espera, con ansiedad, lo inevitable. Y hasta el espectador más duro quedará pegado a su silla, víctima de una tensión incesante, inmerso en esta atmósfera espectral de una morgue subterránea hecha de largos pasillos y luces de neón que sabrán bien cuándo apagarse.
"Autopsy" está en los cines italianos desde el 8 de marzo de 2017, distribuido por M2 Pictures, y les recomendamos no perdérselo si son amantes del terror.