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Roberto Giacomelli
•Walter Mancini y su esposa Eve están de vacaciones en Centroamérica, pero entre una partida de caza y una borrachera en un campamento concurrido, la pareja no hace más que pelear debido al difícil carácter de Walter. Mientras los cónyuges se dirigen en automóvil hacia México, Eve decide recoger a un autoestopista, Adam Konitz; pero para su desgracia, Adam es un psicópata fugitivo hacia la frontera mexicana que lleva consigo una maleta llena de dinero. Walter y Eve serán así rehenes del criminal loco que no pierde la oportunidad de humillar y tratar con violencia a sus dos víctimas.
A finales de los años 70, el cine de género en Italia era tan variado y libre que logró dar vida a numerosos joyas que aún hoy son imitadas y citadas incluso por los directores hollywoodenses más autorizados. A menudo, además, surgían producciones que explotaban tendencias de moda en el extranjero, creando así ejemplos de imitación que a menudo estaban a la altura del original. "Autostop rojo sangre" se inserta precisamente en esta categoría, mostrando ser un sólido y entretenido thriller on the road que, por un lado, explota los clichés de un cierto cine underground estadounidense de la época (desde Craven hasta Peckinpah), y por otro crea un producto totalmente original capaz de servir de antecedente a algunos futuros cultos hollywoodenses. Numerosas son, de hecho,
las analogías con los rape & revenge inaugurados por Craven con "La última casa a la izquierda" (empezando por la elección de David Hess en el papel del psicópata), pero aún más evidentes son las deudas que Robert Harmon tendrá con esta película para su "The Hitcher" (que llega casi 10 años después!).
Aunque el director de "Autostop rojo sangre" es Pasquale Festa Campanile, una autoridad en el campo de las comedias taquilleras (suyas son "Il merlo maschio", "Culo e camicia" y "Bingo Bongo"), el resultado es de gran seriedad, demostrando así que si se es especializado en un género, es posible ofrecer ejemplos de buen nivel incluso en géneros diametralmente opuestos.
Si David Hess, ya convertido en un icono del cine duro y crudo a caballo entre los 70 y los 80, ofrece una interpretación como de costumbre exagerada pero totalmente creíble, igual de adecuados son los dos protagonistas de la historia: un gran Franco Nero y una fascinante Corinne Clery. Nero interpreta a Walter Mancini, un hombre violento y francamente odioso, un duro capaz de controlar la situación pero demasiado orgulloso para mostrar sus debilidades; la Clery interpreta a Eve Mancini, la típica muñeca sumisa a la autoridad masculina y víctima inerme de los abusos de su marido, primero, y de Konitz, después.
A primera vista, "Autostop rojo sangre" podría ser acusado de machismo excesivo... y quizá machista lo sea realmente, ya que la figura femenina de la película es tratada exclusivamente como un objeto, pero en fin de cuentas esta es una peculiaridad del género, observable en gran parte de los rape & revenge y de los dramas que contienen violaciones y humillaciones. En realidad, el tema principal de "Autostop rojo sangre" es la avaricia humana, el motor que impulsa al hombre a matar a su semejante para someterse al dios dinero; y en esta óptica, la película de Pasquale Festa Campanile logra sorprender y hacer reflexionar, gracias también a un final sorprendente y genial.
En resumen, "Autostop rojo sangre" es un thriller que vale absolutamente la pena ver, injustamente olvidado pero aún hoy de gran impacto emocional. Desafortunadamente, ahora es muy difícil de conseguir en el mercado italiano.
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