MC
Marco Castellini
•Criatura de las profundidades del abismo
El profesor Egan y su equipo se encuentran en Escocia, en las orillas del Lago Ness, para demostrar la teoría según la cual ese lago es uno de los lugares donde en el pasado vivían gigantescos reptiles. Durante un buceo, una misteriosa sacudida sísmica hace perder todo rastro del profesor. Llega de los Estados Unidos el paleontólogo Case Howell, enviado para continuar las investigaciones de Egan e investigar sobre la desaparición del hombre. Pero con el paso de los días, las víctimas en el lago se multiplican y los avistamientos de un enorme animal prehistórico se hacen cada vez más frecuentes.
Se trata de uno de los misterios más fascinantes estudiados por la criptozoología, Nessie, el famoso monstruo del Lago Ness. Su existencia ha sido anunciada y luego desmentida en varias ocasiones, documentada y luego negada por aquellos que en la mayoría de las veces resultaron ser falsos impactantes. Según los estudiosos, Nessie debería ser un plesiosaurio, es decir, un enorme animal prehistórico anfibio perteneciente a la era mesozoica y que por alguna extraña razón sobrevivió a la extinción y aún vive en las profundidades del famoso lago escocés. El cine de terror se ha ocupado raramente de este tema y con resultados no muy memorables (basta pensar en el terror de 1981 "The Loch Ness Horror"), dejando al legendario monstruo al universo de fantasía para niños ("Loch Ness" de 1996 o el reciente "The Water Horse: Legend of the Deep"). En 2001, sin embargo, el efectista Chuck Comisky (sus efectos visuales son los de "The Crow") realiza "Beneath Loch Ness", que nosotros hemos rebautizado con el anónimo "Criatura de las profundidades del abismo", una peliculita tan sosa y plana que termina inmediatamente en el olvido.
La idea de partida no es de cierto para tirar porque, como ya he dicho, Nessie nunca ha sido realmente explotada por el cine de género y de potencialidades tiene seguramente, pero la película de Comisky parte desde el principio con el pie equivocado, presentando una trama repetitiva y poco original, una serie de personajes para olvidar y un ritmo plano y demasiado lento.
Los homenajes a "Jaws" spielberghiano son innumerables y a veces invasivos (cuando el paleontólogo pedirá cerrar el lago y el sheriff se negará a hacerlo porque están en temporada turística, una sensación mixta de compasión y indignación balaneará en cada espectador), la historia tiene dificultades para empezar y el clímax final es tan malo y mal hecho que hace estremecer. Gran parte de la culpa del fracaso de esta película es la pobreza de los efectos especiales visuales que, aunque sean de baja calidad, se usan en gran cantidad, aunque a menudo disfrazados de malas condiciones de iluminación. El director al menos podría haber insistido en la belleza de las localizaciones escocesas, pero los paisajes sugerentes que rodean el lago son completamente descuidados o mal mostrados y hechos anónimos por una evidente incapacidad de quien no es realmente adecuado para sentarse detrás de la cámara (Comisky está aquí en su primera y hasta ahora única experiencia como director).
Los personajes que pueblan "Criatura de las profundidades del abismo" son simples muñecos que dicen o hacen cosas estúpidas, interpretados por completos desconocidos bastante incapaces de actuar, de los cuales el único rostro conocido es el de Lysette Anthony ("Dracula muerto y contento", "Trilogía del terror 2"; "Talos – La sombra del faraón"). El ritmo de la película es fuertemente televisivo, más adecuado para una ficción en varios episodios que para un largometraje de 90 minutos.
En resumen, una de esas películas que se hunden en la mediocridad más descarada y en la inutilidad latente, incapaz de interesar, entretener o divertir. No recomendado.