FM
Francesco Mirabelli
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Los recién casados Jamie y Lisa reciben un paquete anónimo que contiene un extraño muñeco de ventrílocuo. Esa misma noche, Lisa muere misteriosamente y Jamie se convierte en el principal sospechoso del asesinato. A pesar de las órdenes de las autoridades, Jamie decide viajar a Raven Fair, su pueblo natal, para celebrar el funeral de Lisa. Allí se encuentra con la hostilidad de los habitantes al ver el muñeco que Jamie ha llevado consigo. Tras investigar un poco, Jamie descubre la leyenda de Mary Shaw, una ventrílocua y antigua propietaria del muñeco, que hace setenta años fue acusada de asesinato y ejecutada por una multitud vengativa. La leyenda dice que el espíritu de Mary Shaw aún ronda, deseoso de venganza...
Muñecos de ventrílocuo, marionetas, muñecas de porcelana... Es increíble cómo simples autómatas creados para divertir a los niños pueden, en cambio, asustar e inquietar a casi todos. Y esto lo sabe bien James Wan, quien ya en su película de culto "Saw" había dado vida a un inquietante muñeco de mejillas rojas, portador de los mensajes del sádico Enigmista. Con "Dead Silence", Wan vuelve a colaborar con Leigh Whannell, quien, al igual que en "Saw", se encarga del guion, creando una nueva y aterradora pesadilla. Dejando de lado los mecanismos del thriller sangriento, Wan y Whannell se centran en una historia de puro horror sobrenatural, recreando muchas de esas atmósferas queridas por los filmes de terror de los años 80, pero adaptadas a las exigencias de un público más moderno: ritmos rápidos, sustos fáciles y algo de gráficos por ordenador... pero no temáis, la fórmula funciona bastante bien y "Dead Silence" logra involucrar y arrancar algún que otro susto.
Mezclando "Magic" y "Bad Pinocchio" con la leyenda del hada de los dientes ("En la oscuridad"), y añadiendo una pizca de "Nightmare", "Dead Silence" ofrece una historia de fantasmas con varios ases bajo la manga, principalmente representados por una atmósfera onírica y etérea y por una serie de muñecos realmente inquietantes. Tras un inicio poco prometedor, con un prólogo en el que la siempre excelente Laura Regan ("My Little Eye"; "They") se enfrenta a la furia de Mary Shaw y su muñeco Billy en una larga secuencia poco original, la película despega con la llegada de Ryan Kwanten ("Flicka") a su pueblo natal, un lugar siniestro donde flota un aire malsano de muerte. La evocadora fotografía de John Leonetti y la atractiva banda sonora de Charlie Clouser hacen el resto. El departamento de efectos especiales se luce con la presentación de muñecos espeluznantes, liderados por Billy, que alcanzan el máximo nivel de lo macabro y la suspenso en la escena del viejo teatro. También es destacable el maquillaje de Mary Shaw, aunque en algunas escenas recuerda ligeramente a la Condesa Sangrienta vista en "Stay Alive".
El guion de Whannell, entre algunos clichés (la clásica historia de venganza después de la muerte) y algunos agujeros (¿por qué no se debe gritar cuando aparece el espectro de Mary?), logra también colocar un giro final bastante logrado.
En conclusión, "Dead Silence" no será la película del año y ciertamente no alcanza el nivel de la anterior obra de Wan, pero ofrece un espectáculo de espanto macabro, mostrando la perturbadora figura del muñeco malévolo.
¡Altamente recomendada!