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FEAST III: ATRAPADOS III

Feast III: The Happy Finish

2009 US HMDB
febrero 17, 2009

Inmediatamente después de los acontecimientos de la secuela anterior, los supervivientes son salvados por el profeta misterioso, "Short Bus Gus", quien aparentemente tiene la capacidad de controlar a las bestias. Él los conduce por las alcantarillas hasta la gran ciudad. A lo largo del camino, consiguen la ayuda del experto en kárate, Jean-Claude Seagal y aprenden que las bestias provienen de un lugar llamado "La Colmena". Tras conocer este secreto, deciden aguantar y destruir a las bestias de una vez por todas.

Directores

John Gulager

Reparto

Johanna Putnam, Diane Ayala Goldner, Chelsea Richards, Melissa Reed, Juan Longoria García, Carl Anthony Payne II, Clu Gulager, Tom Gulager, John Allen Nelson, William Prael
Horror Azione Commedia Thriller

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Atrapados en el techo de un edificio justo cuando los monstruos están a punto de irrumpir, los protagonistas de la anterior aventura logran enfrentar la amenaza y refugiarse en la prisión donde está encerrado Hobo, tío de Bozo, es decir, el tipo responsable de la muerte de la hermana de Biker Queen. Pero las paredes de lo que se consideraba el edificio más seguro de la ciudad no contienen por mucho tiempo el asalto de los monstruos y los protagonistas, después de ser salvados por un Profeta, irán a refugiarse en las alcantarillas. Realizado al mismo tiempo que el segundo capítulo, con el cual forma un todo, "Feast III – The Happy Finish" es la conclusión de la trilogía splatter-grotesca iniciada en 2005 como un experimento y convertida en una saga de culto entre los aficionados del género. El equipo es el mismo que el de las películas anteriores: John Gulager en la dirección, Patrick Melton y Marcus Dunstan en el guion y actores provenientes de la primera y, sobre todo, de la segunda película. El resultado final no se aleja mucho del de "Feast II", es decir, trivialidad y vulgaridad gratuita, splatter y escenas repulsivas con la adición de un toque de demencia. "Feast III" tiene un gran defecto: parece simplemente un final "alargado" de "Feast II", un apéndice que debe sacar conclusiones sin saber absolutamente hacia dónde ir. Esta sensación se debe principalmente al hecho de que "Feast II" no tenía conclusión y "Feast III" no tiene principio, son dos partes de una sola obra, y esto se nota no solo en la continuidad narrativa, sino también en el estilo prácticamente idéntico; y esto no es un dato que deba darse por sentado ya que el equipo es el mismo, ya que estas dos películas se apartan de manera sustancial – en rendimiento y en intenciones – de la primera hermosa película. Además, este tercer episodio dura muy poco, unos 75 minutos, pero excluyendo el largo resumen del episodio anterior puesto al principio y el final que se prolonga durante todos los créditos finales, tenemos una película que en efecto dura un poco más de una hora, lo que nos hace pensar que o hicieron mal la división entre las dos partes o, de hecho, este "Feast III" es simplemente un caldo alargado. El nivel de vulgaridad y repugnancia sigue siendo bastante alto y la sola escena inicial en la que un monstruo arranca de golpe la cabeza de un personaje, la come y luego la evacua con m.d.p. atenta al "detalle" es un claro mensaje de intenciones. Afortunadamente, sin embargo, se permite el splatter verdadero y propio en comparación con el capítulo anterior, con muertes más variadas y sangrientas. A esto hay que añadir el habitual elenco de escenas inmediatamente cultas, como la violación anal y el parto consiguiente de uno de los personajes y, sobre todo, el intento de cauterización de una herida ejecutado, según el mismo personaje, "a la Rambo". Además, Gulager debe haber entendido el error al ambientar "Feast II" a la luz del día y en demasiadas localizaciones diferentes, por lo que da marcha atrás y circunscribe la acción de "Feast III" casi exclusivamente en la oscuridad y en un solo lugar (las alcantarillas de la ciudad); así, además, se tiene la posibilidad de dejar en la sombra lo más posible a las criaturas y por lo tanto hacerlas parecer más amenazantes a los ojos del espectador... en la medida en que esto sea ahora posible vista la dirección tomada. Como de costumbre, John Gulager se muestra realmente hábil detrás de la cámara, siempre atento al encuadre correcto y a la solución visual original. Si por un lado en esta película se introduce el recurso de la visión nocturna para las escenas más oscuras (estilo "The Descent"), por otro tenemos la mala idea de utilizar para una larga secuencia – que, por cierto, sería el duelo final – un insoportable efecto de luz intermitente que pone a prueba la paciencia del espectador sin hacerle entender prácticamente nada de lo que ocurre en la pantalla. Los personajes que pueblan "Feast III" son los mismos que ya aparecieron en los capítulos anteriores, con la adición de tres nuevas incorporaciones que habría sido agradable ver en acción por más tiempo, vista su peculiar simpatía. Se trata de un macho cowboy que parece tener solución para todo, un profeta con la facultad de mantener alejados a los monstruos y un experto en artes marciales con el nombre explicativo de Jean-Claude Seagal. Se podrían decir algunas palabras sobre el final, pero, para no arruinar la sorpresa, quizá sea mejor limitarse a decir que representa un efecto boomerang para la película. Seguramente mandará en un estado de alegría extrema a quienes hayan apreciado la vena irónica-demencial de grano grueso adquirida con la segunda película, pero probablemente podría resultar irritante para todos los demás. Es evidente que así se remarca la completa locura y anarquía que reside detrás de estos dos secuelas, pero también es cierto que todo adquiere con mayor fuerza una clara (y por ciertos aspectos molesta) toma de pelo del espectador. "Feast III" no es, pues, ni más ni menos que lo que ya era "Feast II", entretenimiento exagerado para aficionados al splatter, un divertido y estúpido pastiche que a veces subraya los defectos del capítulo que lo precedió, a veces los corrige y otras añade de nuevos. Pero el primer "Feast" era realmente otra cosa.