RG
Roberto Giacomelli
•Johnny Blaze es un adolescente que hace acrobacias en el circo junto a su padre enfermo de cáncer. Un día, Mephistopheles en persona se presenta ante Johnny y le propone un trato: su alma a cambio de la curación de su padre. Johnny, convencido de que se trata de una broma, acepta; al día siguiente, el tumor que crecía en los pulmones de su padre ha desaparecido repentinamente, pero el hombre muere igualmente como consecuencia de un accidente. Engañado por Mephistopheles, Johnny se ha convertido ahora en un Ghost Rider, es decir, un cazador de recompensas al servicio del demonio. Pasan los años, Johnny se ha convertido en el acróbata más famoso de América y se presenta en un espectáculo propio. Después de haber dejado de lado la historia del Ghost Rider durante años, Mephistopheles se vuelve a presentar ante Johnny y le encarga una misión: deberá buscar y derrotar a Blackheart y su banda de demonios, dispuestos a lanzar el Infierno sobre la Tierra después de haber entrado en posesión de un pergamino con poderes sobrenaturales. Es demasiado fácil criticar una película como "Ghost Rider": maltratarla por incoherencias narrativas y condenarla por exceso de sensacionalismo beodo, ¡es un poco como disparar sobre la cruz roja! "Ghost Rider" hay que tomarla solo por lo que es, es decir, un costoso juguete que hace del puro entretenimiento su bandera de batalla. Nació a principios de los años 70 para Marvel, "Ghost Rider" es un cómic de alterna fortuna (conocido en Italia simplemente como "Ghost") que ciertamente no hacía del material narrativo y de la profundidad psicológica de los personajes su punto fuerte; por lo tanto, era fácil sacar de este material una película que reflejara la complaciente estupidez de las películas de acción llenas de explosiones y efectos especiales a las que Hollywood nos ha acostumbrado en los años. Y así fue: "Ghost Rider" es una película muy "cool", hinchada de efectos especiales, llena de secuencias de acción exageradísimas; en resumen, la clásica película de palomitas de maíz perfecta para pasar un par de horas de desapego mental, hundiéndose en el asiento de un cine y dejando atrás todo lo que de concreto se mueve fuera de la sala cinematográfica. Manteniéndose exclusivamente en la óptica del entretenimiento, "Ghost Rider" funciona a las mil maravillas, sin embargo, desafortunadamente, para hacer de una película una buena película se necesita algo que vaya más allá del simple, infantil, entretenimiento. En primer lugar, se necesita una historia bien articulada, algo que "Ghost Rider" no tiene, ya que Mark Steven Johnson ha cosido en el guión un poco de todo lo que se podía insertar, desde la génesis del (anti)héroe hasta su tormentosa historia de amor, desde una nutrida serie de antagonistas fantásticos hasta una panorámica temporal que abarca también el mito del Viejo Oeste. Al hacer esto, Johnson se mantiene fiel al espíritu "sobre las líneas" del cómic, pero no se ancla lo suficiente para hacerlo una transposición perfecta, además, lanza demasiada carne al fuego queriendo hacer una reducción de una serie entera de cómics que duró diez años (el primer "Ghost Rider" va del 1973 al 1983), creando así una historia que a veces parece apresurada y poco profundizada. Otras críticas pueden dirigirse a la construcción de las escenas de acción, a veces bien coreografiadas, otras demasiado apresuradas y confusas por el exceso de abstracción visual. También el reparto parece no funcionar correctamente: en el papel de Johnny Blaze está un Nicholas Cage simpático pero fuera de lugar (el actor quiso este papel a toda costa visto el aprecio que siente por el mundo de los cómics y por "Ghost Rider" en particular), en el papel de Roxanne, la mujer amada por Johnny, está una Eva Mendes demasiado sexy ("2Fast 2Furious"; "Hitch") que traiciona mucho la fisicidad de la Roxanne en papel. En los papeles de los antagonistas están Peter Fonda (Mephistopheles) y Wes Bentley (Blackheart) bastante metidos en el papel. Nada que objetar a la dirección de Mark Steven Johnson ("Daredevil"), que ha llevado a cabo su trabajo con mano firme y creyendo seriamente en el proyecto, ni a los efectos especiales de excelente calidad, verdaderos protagonistas de la película: asistir a las correrías en moto de Ghost Rider y sus acrobacias, ¡es un espectáculo para los ojos! Apropiada también la banda sonora que comprende, en su mayoría, canciones de heavy metal (se puede reconocer a Ozzy Osbourne). En conclusión, "Ghost Rider" si se considera como una simple película de palomitas de maíz desestresante, muy "cool" y a veces torpe, puede resultar agradable y seguramente divertida; pero si se busca la mejor transposición cinematográfica de un cómic... ¡mejor buscar en otra parte!