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IL BOIA SCARLATTO

1965 IT HMDB
noviembre 28, 1965

Película italiana de terror gótico basada en los escritos del Marqués de Sade y dirigida por Massimo Pupillo, con el seudónimo de Max Hunter. Cuenta la historia de un grupo de modelos que son convocadas para una sesión fotográfica en un castillo. Pero el dueño del castillo es un lunático que cree ser la reencarnación de un verdugo del siglo XVII: el Verdugo Carmesí, y está decidido a matar a todas las jóvenes.

Directores

Massimo Pupillo

Reparto

Mickey Hargitay, Walter Brandi, Luisa Baratto, Ralph Zucker, Rita Klein, Alfredo Rizzo, Barbara Nelli, Moa Tahi, Femi Benussi, Nando Angelini
Horror

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

La troupe del editor Parks se cuela en el castillo de Travis Anderson, un actor retirado de las pantallas desde hace varios años. El editor está buscando una ubicación adecuada para hacer las fotografías de las portadas de sus libros de terror. Tras una inicial hostilidad, Anderson decide alojar a la troupe, pero estos liberan accidentalmente el espíritu del verdugo escarlata, un asesino que siglos antes fue ejecutado y enterrado en los sótanos del castillo. A partir de ese momento, todos los presentes comenzarán a caer bajo los golpes del asesino enmascarado. Corría el año 1965 y la industria cinematográfica italiana se encontraba en pleno apogeo: numerosas producciones anuales pertenecientes a los géneros más dispares y excelentes recaudaciones en taquilla. Entre los diversos géneros explorados, el terror vivía un período bastante fértil, se trataba de un género aún joven pero ya deseoso de experimentar y, ¿por qué no?, transgredir. Y es precisamente abriendo la puerta a la transgresión que nace "El verdugo escarlata", un auténtico culto de la cinematografía de género italiana. Detrás de la cámara encontramos a Massimo Pupillo (aquí con el seudónimo de Max Hunter), un director activo durante solo dos décadas pero que ha logrado dejar su huella con una trilogía ideal de terror gótico de la que "El verdugo escarlata" representa la cúspide de la explotación bizarra (los otros dos títulos son "5 tumbas para un médium" y "La venganza de Lady Morgan", todos de 1965). "El verdugo escarlata" se puede observar hoy como un objeto de seguro interés para todos los aficionados al terror vintage y también poseedor de varios méritos que lo sitúan un poco como precursor de mucho cine de género postmodernista. Podría parecer extraño a los más escépticos, pero la película de Pupillo es una especie de slasher antes de letra, un body count que lleva en sí todas las reglas que luego serán hechas famosas por las sagas de "Halloween" y "Viernes 13". En ella encontramos un variopinto grupo de personajes que se ven obligados a actuar en un lugar circunscrito y a merced de un asesino enmascarado que prefiere atacar con armas blancas, incluso podemos encontrar la clásica situación de la pareja sorprendida en un momento de intimidad y por lo tanto masacrada. En resumen, un verdadero padre del slasher americano. Lo que podría incluso dejar estupefacto es la colocación de este título innovador en el género de los días actuales del torture porn, hecho famoso por películas del calibre de "Saw" y "Hostel". El pasatiempo favorito del verdugo escarlata es, de hecho, la tortura, infligida a sus víctimas con una serie de maquinarias medievales cuidadosamente personalizadas por el verdugo, algunas de las cuales no demasiado diferentes de los instrumentos de muerte del Enigmista. "El verdugo escarlata" es, por tanto, una película que ha sabido adelantarse a su tiempo e incluso anticipar tendencias que se desarrollarían al otro lado del océano 15 o incluso casi 40 años después. Una película que, sin embargo, era en su época una verdadera visión prohibida, la clásica película vetada a los menores que realmente podía resultar "excesiva"; de hecho, Pupillo no nos ahorra dolorosas torturas bien exhibidas y desnudos femeninos que juegan mucho con la morbosidad del ver y no ver, cargando de énfasis erótico precisamente por su naturaleza voyeurista. En realidad, "El verdugo escarlata" es una obra pulp que busca llevar con originalidad a la gran pantalla las sugerencias de los cómics para adultos de aquella época, aquellos cómics sádicos y crueles que precisamente en ese momento se estaban difundiendo con éxito ("Kriminal" y "Satanik" de Bunker y Magnus sobre todo) y que poco a poco se teñirían de connotaciones eróticas (basta pensar en el aventurero "Jungla" o en el vampírico "Jacula"). El propio verdugo es un sustituto sádico de los criminales del cómic negro italiano, o un enemigo acérrimo ideal, que en la descripción de Pupillo se carga de significados bizarros superomistas intrínsecamente nietzscheanos; su inconfundible gorro rojo que corona una máscara negra y sus poderosos brazos listos para empuñar hachas o mazas con clavos pueden erigirse perfectamente como símbolo del cine de explotación italiano de los comienzos. Se nota con placer también una cierta frescura realizadora, un gran ritmo que alterna tonos de comedia a verdaderos delirios de violencia, además de un uso de los colores casi hiperrealista que contribuye a hacer de "El verdugo escarlata" una de las obras mejor envejecidas de aquel período. Claro, algunos detalles delatan de todos modos la pobreza de fondo de la producción, como algunos efectos especiales embarazosos (el falso ragno) y la actuación no siempre a la altura, así como visto hoy la película de Pupillo podría hacer sonreír por algunas ingenuidades de cómic, y sin embargo esta película conserva un encanto único y para los cultores de cierto cine resulta aún hoy un film de rara eficacia. Lamentablemente, hoy en día "El verdugo escarlata" es una película fantasma, irrecuperable en el mercado italiano desde hace muchísimos años.