RG
Roberto Giacomelli
•El pequeño Juan tiene terribles pesadillas en las que ve un ser encapuchado y sin rostro que intenta raptarlo de noche en su habitación. En otro lugar, la niña de doce años Mia encuentra una caja escondida en un árbol y contiene un relato escrito a mano que habla de un hombre encapuchado y sin rostro que busca conquistarse uno robándoselo a los niños. Cuando Mia decide completar el relato para presentarlo como tarea escolar, el hombre sin rostro comienza a aparecerle, solo su padre John es testigo del suceso y a pesar de que nadie más le cree, poco a poco la niña comienza a presentar extraños síntomas, comenzando por la pérdida de la voz.
El mundo de los miedos infantiles ha sido explorado a menudo en los últimos años con una serie de películas de terror que han centrado el interés principalmente en el miedo a la oscuridad. Entre "Darkness", "Al calare delle tenebre", la trilogía de "Boogeyman", "Fear of the Dark", "They - Incubi nel mondo delle ombre", "Vanishing on 7th Street" y "Non avere paura del buio", hemos asistido a la desestructuración y recomposición de la nictofobia en función de situaciones y criaturas diversas que han dado una panorámica bastante completa sobre el tema. Ahora hay otra "variación sobre el tema", que más que otras películas del mini-filón se vincula a la dimensión infantil, buscando, además, crear un nuevo icono de terror con el boogeyman Sin Rostro: "Intruders".
Al timón de esta coproducción Estados Unidos/España/Reino Unido está el español Juan Carlos Fresnadillo, ya director del interesante thriller "Intacto" y del hermoso "28 semanas después", que con "Intruders" se encuentra gestionando una película por encargo que probablemente no ha podido desenvolverse al mejor.
Me gustaría precisar de inmediato que "Intruders" ciertamente no es el desastre que muchos proclaman, tiene puntos muy interesantes y algunos elementos que favorecen su recuerdo, pero se nota que algo ha salido mal y que la película podría haber sido de un nivel mucho mayor.
El inicio no está mal pero ya visto: un niño perseguido por el Hombre Negro en la intimidad de su habitación. El estilo visual y la pericia técnica de Fresnadillo dan a la larga secuencia un encanto particular, acentuado por lo que sigue con un cambio de ubicación y protagonistas repentino e inicialmente engañoso. A partir de este momento, la película sigue dos historias paralelas fácilmente ubicables en un plano lógico determinado, pero los guionistas nos reservarán una sorpresa final. Y es precisamente gracias a la conciencia de la "sorpresa" predecible que se percibe una construcción narrativa original e interesante que quizás habría beneficiado de no ser presentada como "ending twist". De aquí se desprenden, entre otras, una serie de incongruencias que hacen percibir de manera bastante marcada agujeros en el guión que alcanzan su punto máximo en una conclusión que choca con la lógica y que recuerda a un final alternativo para el DVD.
"Intruders" sin embargo ofrece una serie de escenas bien coreografiadas y realmente inquietantes que tienen como protagonista a Sin Rostro, el boogeyman encapuchado que planea sobre toda la trama. No se trata de una figura original, al contrario, en el segmento de Juan recuerda estéticamente demasiado al asesino de "Sospesi nel tempo", pero Sin Rostro es un hombre negro creíble y particularmente afín a lo que el imaginario colectivo percibe como tal. Vive en los armarios y en las zonas oscuras de las habitaciones de los niños, es alto, oscuro y de rasgos indefinidos... y es precisamente de este último dato que se desarrolla su modus operandi, dirigido a arrebatar la identidad de los demás para construirse una él. Si Sin Rostro te toca la boca, la víctima ya no puede hablar, si toca los ojos, ya no puede ver y así sucesivamente, hasta un ensamblaje personal que deficiencia de reflejo a su víctima. En resumen, basta pensar en la ridícula representación del Hombre Negro en las tres películas "Boogeyman" para entender cómo, en cambio, es ganadora la idea que está detrás del monstruo de "Intruders". Si luego hablamos del intento de construir un mundo que contenga a Sin Rostro, un poco como la dimensión de las pesadillas de Freddy Krueger, entonces es otro discurso: elección desafortunada y discordante que no se vincula bien con las atmósferas y temas de la película.
Muy buena la actuación del reparto, que incluye a Clive Owen ("Sin City"; "Children of Men"), Carice van Houten ("Black Book"; "Dorothy"), Pilar López de Ayala ("El destino de un guerrero"; "Las 13 rosas"), Daniel Brühl ("The Bourne Ultimatum"; "Inglourious Basterds") pero sobre todo Ella Purnell ("Never Let Me Go"), convincente en el papel de la pequeña Mia.
"Intruders" es, por lo tanto, una obra poco convincente por un guión mal gestionado y a menudo innecesariamente complejo, capaz sin embargo de crear sugerencias aterradoras de buen oficio.