Cuando las tropas de Hitler estaban a punto de ser vencidas, un programa secreto logró escapar al espacio, refugiándose en la Luna y generando allí una base oculta, que fue preparándose para, de nuevo, intentar conquistar y dominar el mundo. Y ahora es el momento. Han construido toda una flota de platillos volantes con la intención de restaurar el Tercer Reich (ahora el Cuarto), pero ahora a escala más global. Pero todo el plan se descubrirá antes de tiempo, cuando un astronauta aterrice y se percate de lo que está ocurriendo. Aterrado frente a lo que pueda ocurrirle, se hará pasar por un actor de Hollywood. De todas formas, será el detonante de que los representantes de los nazis viajen a la Tierra para imponer su voluntad. Saben que necesitan la tecnología terrícola para desarrollarse, y su misión será intentar presionar al pueblo norteamericano para que se pliegue a sus intereses. ¿Conseguirán los pérfidos nazis su misión?
Directores
Timo Vuorensola
Reparto
Julia Dietze, Christopher Kirby, Götz Otto, Udo Kier, Peta Sergeant, Stephanie Paul, Tilo Prückner, Michael Cullen, Kym Jackson, Ben Siemer
AzioneCommediaFantascienza
RESEÑAS
(1)
RG
Roberto Giacomelli
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2018. Un módulo lunar con dos astronautas estadounidenses a bordo aterriza en el satélite terrestre en lo que es la segunda vez que el ser humano llega a la Luna. Al llegar al lado oscuro de la Luna, los astronautas descubren con gran sorpresa una colonia terrestre: son nazis, refugiados en el satélite tras la huida de la Tierra después de la derrota al final de la Segunda Guerra Mundial. La colonia nazi, que mientras tanto ha establecido el cuarto Reich, mata a uno de los dos astronautas y captura al otro, el negro James Washinghton. Convencidos de que esto es solo un preludio de una inminente invasión americana/terrestre, los nazis quieren adelantarse al adversario y para ello preparan una invasión de la Tierra y para ello quieren utilizar la gigantesca nave espacial de guerra llamada Crepúsculo de los Dioses, que sin embargo aún no funciona de manera adecuada. Los nazis deciden entonces ir en una misión secreta a la Tierra para obtener tecnologías más avanzadas capaces de hacer funcionar su nave espacial, enviando así en misión al despiadado Klaus Adler y al idealista Renate Richter, acompañados por el prisionero James Washinghton, a quien mientras tanto se le ha realizado un proceso de arianización.
"The Dark Side of the Moon" no es solo el título de uno de los álbumes más famosos de los Pink Floyd, sino un concepto que simboliza el misterio, lo desconocido, aquello que no podemos ver a simple vista. Al fin y al cabo, el hombre siempre se ha preguntado qué habría en la cara oculta de la Luna, una porción de nuestro satélite que nunca nos es visible debido a la rotación sincrónica entre la Tierra y su satélite natural, aunque ya desde finales de los años 50 hemos tenido la posibilidad de mapear todo el suelo lunar, incluido el misterioso lado oscuro. Cráteres, muchos cráteres, distribuidos de manera más densa debido a la mayor exposición a los desechos espaciales que pueden golpear la superficie lunar, y sin embargo, la imaginación humana ha fantaseado y se ha traducido en ciencia ficción, poblando ese lado oculto de cualquier misterio y amenaza curiosa, entre ellos también los robots alienígenas de "Transformers 3".
Entre los habitantes más extraños del lado oscuro de la luna, sin duda alguna, se encuentran los nazis, que según la imaginación del director Timo Vuorensola y de la guionista Johanna Sinisalo se habrían establecido en el satélite tras la derrota de 1945. Esto es lo que ocurre en "Iron Sky", curiosa película de ciencia ficción mezclada con comedia que llega desde Finlandia, un país que ciertamente no nos ha acostumbrado a producciones cinematográficas de este tipo.
"Iron Sky" tiene un origen muy particular porque nace de la contribución directa de los fans a través de Internet. La película nace de una historia de la escritora de ciencia ficción Johanna Sinisalo y se desarrolla gracias a una coproducción entre Finlandia, Alemania y Australia, pero el dato curioso es que el 10% del presupuesto de la película (que en total es de 7,5 millones de euros) fue proporcionado directamente por los usuarios de Internet que donaron dinero a cambio de merchandising de la película a través de ese mecanismo llamado crowdfunding. Además, se pidió la participación de los usuarios individuales también para dar sugerencias sobre personajes y elementos de la trama (crowdsourcing), haciendo que el futuro espectador sea del todo activo en la creación del producto. Una técnica que ha llevado al éxito asegurado de la película, convirtiéndola en un pequeño "caso" incluso antes de que estuviera terminada.
Pero más allá del proceso post-productivo, crossmedia y de marketing (la operación se completa con videojuegos y tres novelas gráficas que funcionan como precuelas de la historia), ¿cómo es cualitativamente "Iron Sky"? Altos y bajos constantes, excelentes ideas que se alternan con lugares comunes evitables y tonterías de comedia paródica. Eso sí, la realización técnica es de altísimo nivel, más aún si consideramos el exiguo presupuesto que ha tenido la película a disposición.
De base "Iron Sky" es una película de sátira, una película que ataca riéndose de la política mundial, no es casualidad que las partes quizás más logradas de la película de Vuorensola sean las ambientadas durante las reuniones de los jefes de estado que de cara a la amenaza nazi hacen emerger debilidades e inútiles peleas. Obviamente el estado portavoz de la Tierra son los Estados Unidos, representados por un presidente que tiene el rostro inconfundible de Sarah Palin (interpretada por Stephanie Paul), una especie de cartoon viviente que encarna las peores cualidades que un jefe de estado pueda tener. El hombre vuelve a la Luna por una precisa estrategia electoral, además el astronauta es negro y de profesión es modelo, por lo tanto perfecto para ganar los votos de las minorías étnicas, de las mujeres, de los homosexuales y de quienes apuntan sobre todo al look y al aparecer. No es casualidad que parece tener demasiada voz en el capítulo Vivian Wagner (interpretada por la eficaz Peta Sergeant), la asesora de imagen del Presidente con futuro de Ministro de defensa. Y el teatrillo aguanta lo suficiente, con pullitas bien colocadas que tienden a hacer emerger lo peor de la política contemporánea ("¡Una guerra es ideal! ¡Un Presidente que comienza una guerra siempre es reelegido para un segundo mandato!").
Luego, desafortunadamente, nos damos cuenta de que "Iron Sky" quiere ser también un desapego estúpido y para alcanzar este objetivo busca expedientes de la peor comedia paródica americana, con el negro que debe ser simpático a toda costa llamando a los demás "hermano" y exhibiéndose en sketches groseros al estilo Eddie Murphy, o los alemanes que hablan con la "z" en lugar de la "s" o terminan las palabras en "-en" como si estuvieran en un cómic de Bonvi.
La doble alma de "Iron Sky" - sátira inteligente/comedia tonta - compromete el pleno éxito de la película, que a un comienzo prometedor y un final espectacular casi de blockbuster hollywoodiano, alterna con una parte central bastante plana y redundante. Sin embargo, es agradable notar un cierto cuidado en la delineación de los personajes principales (en particular la ya mencionada Vivian Wagner, la maestra Renate interpretada por Julia Dietze y el aspirante a Führer Adler/Götz Otto) y secundarios (el Führer poco autoritario interpretado por Udo Kier), además del innegable éxito de algunas gags ("El gran dictador" reducido a cortometraje).
Con mayores precauciones y quizás un enfoque diferente al tema, "Iron Sky" habría podido ser un pequeño tesoro... así que solo es una fanta-comedia de entretenimiento alterno.
Añadid media calabaza.