RG
Roberto Giacomelli
•Una chica, después de acompañar a una amiga a su casa, recorre sola en coche una solitaria carretera del campo hasta que un hombre tendido en el suelo la obliga a detenerse. La chica baja del coche y intenta prestar socorro al hombre, que resulta ser un malintencionado armado con un hacha. La chica huye: ¡la caza acaba de comenzar!
"Agonia" representa un doble índice de cambio para el cineasta Stefano Visintin: por un lado narrativo, por el otro técnico.
Los trabajos anteriores del director lombardo estaban orientados a explorar las dinámicas que hacen emerger el lado más oscuro de la mente humana, horrores psicológicos que serpenteaban entre hallazgos originales y lugares comunes de cierto cine independiente, pero respetando siempre una pericia narrativa de base. "Agonia" rompe un poco esta marca de fábrica y pone en escena una historia más física pero también más banal. En el underground italiano, a menudo caracterizado por obras pseudointelectuales, se siente la necesidad de estas incursiones en el horror más sangriento y visceral, hecho de acción y violencia gore; sin embargo, a pesar de que los tiempos del cortometraje a menudo no permitan la articulación narrativa, sería oportuno evitar caer en el error de contar una historia – y entrar en el plano del tangible – sin tener una idea "fuerte" en la que basarse. Desafortunadamente, "Agonia" tiene este defecto.
En solo diez minutos se saquea un poco el imaginario del survival horror juntando un bosque, una chica en peligro y un psicópata redneck con un look vagamente similar al restyling que Rob Zombie hizo a Michael Myers. El resultado es muy "cool", hay que reconocerlo, y el ritmo acelerado es un gran mérito que añade valor a la obra, pero de un producto independiente quizá se podría esperar un poco más de inventiva. Además, hay que añadir que el intento de diluir la historia con el paso casi onírico del fraile resulta un poco intrusivo y logra en parte romper la tensión creciente que se había logrado crear.
Pero si Visintin ha dado un pequeño paso atrás en cuanto al contenido (los anteriores delirios psico-dimensionales-conspiracionistas del díptico "Dimensioni" eran notables), ha dado dos pasos adelante en cuanto al aspecto técnico. Complicado también por la variedad de locaciones, ya que buena parte de la acción se desarrolla en exteriores, Visintin logra proporcionar una excelente prueba de dirección que permite "jugar" con los encuadres de respiración decididamente más amplia y fantasiosa de lo que se puede hacer dentro de cuatro paredes.
Se podría haber hecho algo más con el tema musical.
En definitiva, "Agonia" es la demostración del crecimiento de las capacidades técnicas de Visintin que, de película en película, mejora cada vez más su aporte detrás de la cámara. Seguramente, la historia contada no es de las mejores, presentándose un poco como una situación típica extraída de un survival horror como hay tantos.
Un mayor cuidado del tema habría podido hacer de "Agonia" la mejor obra del director, pero se asienta de todos modos en la suficiencia.