Sin Póster

TUTTO MUORE

2007 IT

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Un hombre regresa a casa después de un día de trabajo y encuentra un comportamiento muy extraño en su esposa. La mujer se desmaya, vomita y balbucea frases sin sentido aparente. Los dos se preparan para ir a dormir, pero una presencia inquietante infesta su hogar y la mente de la mujer. En su tercer intento en el mundo del cine independiente, el ex músico Stefano Visintin realiza un cortometraje que intenta continuar con un análisis personal de la dimensión mental del ser humano, creando un horror cargado de atmósferas oníricas de seguro interés. Después de los cortos "Vittima del desiderio umano" y "Dimensioni", el director nos ofrece "Tutto muore", un pequeño apólogo sobre la muerte y los oscuros secretos de una pareja que parece vivir en un limbo suspendido entre la vida cotidiana y la "no vida" espectral que la misma cotidianidad genera. Ya desde los originales títulos de crédito, en los que los nombres de los actores están escritos en lápidas, incluidas las fechas de nacimiento y muerte, se puede notar un interés macabro por el tema decadente abordado: la muerte. Con una especie de flash-forward inusual, somos introducidos al fragmento opresivo de la vida de la protagonista, una mujer de la que sabemos muy poco y que parece sufrir a causa de inquietantes visiones que se materializan a través de una inquietante figura femenina vestida de negro. Fantasmas mentales o reales, acciones trágicas o liberadoras, vivos moribundos o muertos vivientes, todo queda a la interpretación del espectador, libre de leer en esos diez minutos de visiones malestares existenciales o una historia de fantasmas más clásica. La gran libertad de lectura que se deja en toda la obra podría sin embargo causar un efecto boomerang. Es una tendencia quizá demasiado frecuente en la reciente producción independiente italiana de tomar a manos llenas del surrealismo lynchiano para contar historias que parecen excesivamente crípticas, dando así la impresión de que la preocupación menor para el autor es la de "contar" una historia, para infundir en toda la obra ese aura de facilidad artística. Sacrificar el entretenimiento y la claridad de la exposición para allanar el camino que lleva a los diversos festivales temáticos es sin embargo incorrecto para el espectador que se encuentra con estas obras, que podría sentirse como un intruso en una fiesta en la que no conoce a nadie. Más allá de un exceso de abstracción a nivel narrativo, "Tutto muore" aparece indudablemente como una obra bien hecha. La dirección de Visintin es muy cuidada y capaz de crear una excelente atmósfera de inquietante rareza, apoyada por un buen uso de las luces y un montaje sugerente. Las escenas de suspense también parecen bien orquestadas, probablemente guiñando un ojo a las modernas ghost stories asiáticas. Como suele ocurrir demasiado a menudo en las producciones independientes, los intérpretes no ofrecen una actuación demasiado brillante, pero en este caso tampoco estamos a niveles excesivamente aficionados. Por lo tanto, "Tutto muore" aparece como una obra interesante, así como interesante es sin duda el talento que se agita detrás del proyecto. Una mayor "frescura" en la narración habría beneficiado sin embargo al buen resultado general.