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Roberto Giacomelli
•Los cónyuges Barrows se mudan al edificio Lusman en Hollywood, un edificio en constante estado de reforma donde, en los años 30-40, residían gran parte de las jóvenes estrellas del cine. Sin embargo, uno a uno, los habitantes del edificio comienzan a morir bajo la furia homicida de un tipo que utiliza como armas los objetos de carpintero diseminados por los pisos del edificio. Nell Barrows comienza a sospechar que algo extraño está ocurriendo, pero, después de una serie de falsas alarmas y la desaparición de su amiga Julia, Nell decide investigar y descubre inquietantes verdades sobre el pasado del edificio y su misteriosa arquitectura.
Autor de un gran clásico como "No abras esa puerta" y de otras joyas producidas a finales de los años 70 y principios de los 80, Tobe Hooper, después de un período de inactividad interrumpido por películas probablemente rodadas solo por motivos alimenticios, regresa en este primer lustro del siglo XXI. Un regreso que suena como tal solo sobre el papel, ya que las pruebas dadas hasta ahora son de muy baja calidad y de poco interés para el espectador amante del terror: se trata de dos películas de bajo presupuesto rodadas a un año de distancia, "La Casa de los Asesinatos" y "El Guardián".
"La Casa de los Asesinatos" ("Toolbox Murders" en el original) es el remake de una película dirigida en 1978 por Dennis Donnelly y conocida en Italia con el título "El Carnicero de Los Ángeles", esta vez propuesta en clave de terror puro, sazonada con una serie de asesinatos imaginativos y muy sangrientos. En fin de cuentas, lo que más se puede apreciar de esta película de Hooper es precisamente el alto nivel de gore y atrocidades, cometidas por un villano que, visualmente hablando, parece un cruce entre Leatherface y Darkman; un villano que actúa con herramientas comunes de carpintero como martillos, taladros eléctricos y alicates.
Lamentablemente, sin embargo, el encanto de "La Casa de los Asesinatos" se agota aquí, ya que todo lo demás parece bastante amateur y impersonal; de hecho, el toque de Hooper solo se nota en la escenografía del antro del asesino. El resto de las escenografías parecen poco cuidadas y seguramente poco adecuadas para una película que elige como protagonista de la historia un edificio en ruinas de la primera mitad del 900.
Seguramente el punto más evidente de los puntos débiles de la película en cuestión es el guion escrito por Jace Anderson y Adam Gierash, que en algunos puntos parece flojo y redundante y en otros demasiado apresurado, dejando así algunas cuestiones importantes sin resolver y explicaciones poco claras para el espectador, como si hubieran intervenido las tijeras censores de la producción para que el largometraje no superara los 90 minutos de duración. Además, el trabajo de doblaje italiano no ayuda a valorar una actuación de los actores generalmente poco convincente; actores no particularmente memorables y poco conocidos (algunos reciclados más tarde para el reparto de "El Guardián"), entre los que se puede reconocer solo a Angela Bettis ("Las Chicas Interrumpidas"; "El Movimiento del Diablo"; "Carrie") en el papel de la protagonista y Sheri Moon ("La Casa de los 1000 Cuerpos" y "La Casa del Diablo") que sin embargo sale de escena en los primeros diez minutos.
En conclusión, "La Casa de los Asesinatos" resulta simplemente un modesto slasher movie con excelentes momentos de gore pero con un guion desastroso y con muy pocas otras razones para ser recordada; esperamos que un día Tobe Hooper pueda volver a los éxitos del inicio de su carrera.