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EL REGRESO DEL MONSTRUO

Revenge of the Creature

1955 US HMDB
enero 17, 1955

Secuela de "La mujer y el monstruo" (The Creature from the Black Lagoon, 1954), también rodada en 3-D.

Directores

Jack Arnold

Reparto

John Agar, Lori Nelson, John Bromfield, Nestor Paiva, Grandon Rhodes, Dave Willock, Robert B. Williams, Charles Cane, Loretta Agar, Bill Baldwin
Horror Fantascienza

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Un grupo de científicos se dirige a la laguna negra para intentar capturar al monstruo anfibio que habita allí. Después de varios intentos fallidos, el monstruo es capturado y llevado a la ciudad donde es encerrado en un acuario para ser estudiado y servir de atracción para los turistas. Aquí, el monstruo comienza a encariñarse con Helen Dobson, la atractiva joven que trabaja en el parque acuático. Durante una demostración, sin embargo, el monstruo logra liberarse y, después de sembrar el pánico entre la gente, huye al mar. Las autoridades están tras la pista de la criatura que, mientras tanto, ataca a quien se cruza en su camino con la intención de encontrar a Helen. Tras el enorme éxito obtenido en 1954 por "La criatura de la laguna negra", que en poco tiempo se había convertido en un culto capaz de revivir los antiguos fastos del horror de Universal Pictures, el famoso estudio de producción pone inmediatamente en marcha una secuela y en 1955 se estrena en las salas americanas "La venganza de la criatura". Al mando de la operación está, una vez más, Jack Arnold, que en aquella época era una verdadera celebridad del cine fantástico (a pocos meses de distancia dirigiría también "Tarántula" y "Radiación BX: Destrucción del hombre"), antes de pasar casi a tiempo completo a la televisión. Al ver "La venganza de la criatura" nos damos cuenta inmediatamente de dos cosas: la mayor riqueza del presupuesto en comparación con la película anterior y la escasez de ideas en la base del guion. "La criatura de la laguna negra" era una pequeña película para Universal que reportó mucho dinero en todo el mundo, una idea simple y no muy original (la adversidad de la naturaleza en contraste con la civilización y la relación entre la bella y la bestia) que dio lugar a un hermoso ejemplo de cine de terror, rico en humanidad y aventura, en el que la invención del monstruo anfibio pesará mucho en el cine venidero. Se trataba de una pequeña película, como decía, en la que las apariciones del monstruo eran dosificadas para crear tensión, sorpresa y ocultar el traje de goma llevado por el actor; en la secuela, en cambio, Gillman, como se llama al monstruo, no solo está en escena desde el principio hasta el final, convirtiéndose en el verdadero protagonista de la historia, sino que también está realizado muy bien, con un aparato respiratorio "funcionante". Va de suyo que "La venganza de la criatura" pierde así aquel aura más marcadamente de terror centrado en el misterio y la tensión para dedicarse al espectáculo y la maravilla dada por la presencia de la criatura. El problema es que el monstruo nos es mostrado en la pantalla de manera tan frecuente y tan bien que se pierde inmediatamente todo sentido de amenaza del mismo: Gillman, aunque percibido como peligroso por los protagonistas de la película, nunca lo es realmente para el espectador. En este sentido, Arnold ha apuntado correctamente a la tragedia de la figura de Gillman, llevado de su hábitat, sometido a experimentos y utilizado como atracción de circo, de manera que justificar su "venganza" y llevar al espectador a ponerse de su lado. En muchos aspectos, "La venganza de la criatura" busca imitar el esquema del enfrentamiento entre la naturaleza primitiva y la modernidad metropolitana, como había ocurrido en éxitos del cine fantástico del pasado como "King Kong" y "El mundo perdido", pero a diferencia de estos títulos, "La venganza de la criatura" carece de épica, el enfrentamiento entre las dos realidades en realidad no ocurre y de todos modos las dimensiones reducidas y las facciones humanoides de Gillman no favorecen la destructividad de la criatura en su irrupción en el ambiente metropolitano. Se hablaba de la falta de ideas, de hecho esta secuela realizada a toda prisa y a toda velocidad cuando el capítulo anterior aún estaba en los cines, tiende a repetir el argumento del otro film (con el enamoramiento de Gillman hacia una humana y el enfrentamiento con un hombre de acción valiente para disputar a la chica), de reiteración de temas ya utilizados anteriormente por otros monster movies (el ya citado enfrentamiento con la dimensión urbana y la sustracción del ambiente natural) y sobre todo una parte central demasiado estática y repetitiva, visiblemente alargada para llegar a una duración cinematográfica. El inicio en la laguna negra, de hecho, es muy bonito sobre todo porque evoca la película anterior, así como es de alto nivel la parte final con los ataques del monstruo, seguramente más de terror. La parte central en el parque acuático, en cambio, es repetitiva y hasta aburrida, carente de momentos memorables y centrada solo en el creciente interés de Gillman por Helen. En conjunto "La venganza de la criatura" es una película agradable pero demasiado inferior a "La criatura de la laguna negra", con momentos de estancamiento frecuentes y una estandarización al filón fanta/terror de aquellos años que subraya su prisa creativa. En un pequeño papel aparece un joven Clint Eastwood en el papel de un científico. Rodado en 3D. Seguirá un tercer y último capítulo titulado "El terror sobre el mundo", dirigido en 1956 por John Sherwood.