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Francesco Villani
•Alice Gordon, empleada en un bufete de abogados, tiene un sueño recurrente en el que una figura femenina (a la que no logra identificar) la atrae irresistiblemente hacia una extraña villa. Las imágenes oníricas se repiten idénticas cada vez: un escorpión, una mariposa atrapada en una red, un cometa, una gota de sangre que resbala sobre un cristal. Un día, yendo a la isla de Uskudar para tratar un asunto legal, se encuentra cara a cara con la villa y las imágenes soñadas. Una leyenda cuenta que en esa isla, en otro tiempo, fue encerrada una princesa condenada por su marido a morir de inanición. "Las Vampiras" representa una de las mejores películas de la prolífica producción de Franco. La película es conocida con una multitud de títulos diferentes que se refieren esencialmente a dos versiones distintas: la alemana (sobre todo conocida como "Vampyros Lesbos") que contiene la trama para así decirlo "original" y está caracterizada por un alto nivel de erotismo; y la española ("Las Vampiras" y otros títulos) fuertemente censurada, que es la que llegó a Italia subtitulada. En la versión española examinada se ha reducido drásticamente el componente homosexual de la película original y se han añadido algunas escenas inéditas. La consecuencia de este proceso de adición-sustracción es que algunas secuencias resultan irracionales o poco claras, hasta el punto de hablar casi de dos películas diferentes en lugar de diferencias entre las distintas versiones. La trama mezcla una reinterpretación en clave femenina del "Drácula de Bram Stoker" con elementos derivados del relato "Carmilla" de Joseph Sheridan Le Fanu y otros originales sobre un fondo de un inusual escenario turco (la película se rodó entre Estambul, Berlín y Alicante). La fotografía correcta enfatiza el sentido de decadencia y abandono de los lugares donde transcurre la película, principalmente localidades balnearias fuera de temporada y palacios ruinosos. El mismo efecto se obtiene también con la singular elección de ambientar la trama casi siempre de día (a plena luz) y el uso frecuente de colores vivos. Particularmente lograda es la secuencia del sueño de Alice: fascinante y cargada de simbolismos que se aclararán en parte solo al final. La película, sin embargo, tras un comienzo prometedor, se pierde progresivamente, arrastrándose un poco cansinamente hasta la conclusión catártica. Afortunadamente, la extraordinaria interpretación de Soledad Miranda en el papel de la condesa vampira Diana de Uskudar logra sostener todo el peso de la película, incluso en los frecuentes momentos lentos y menos logrados de esta. La actriz, muerta poco tiempo después a los 27 años en un trágico accidente automovilístico, domina por completo la escena con su presencia carismática, magnética y su melancólica belleza desde los créditos iniciales. El mismo Franco reveló que Soledad sufría casi una transformación física durante los rodajes. La película, desgraciadamente, padece algunas caídas trash típicas del realizador español, pero en conjunto logra mantener intacta la atmósfera onírica y decadente desde el principio hasta el final, presentándose como un producto anticonvencional y permeado de un erotismo delicado (al menos en la versión española).