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SERES EXTRAÑOS

稀人

2004 JP HMDB
mayo 22, 2004

Masuoka, cámara de televisión de profesión, ha grabado el suicidio particularmente violento de un hombre, cuya mirada llena de espanto le tiene subyugado. No parará hasta comprender el porqué de este terror. Cree encontrar algunas pistas en los subterráneos de Tokio: siguiendo las huellas de los "Deros", un pueblo de leyenda que habría invadido el centro de la Tierra para atormentar a los hombres, descubre a una joven, encadenada, en estado salvaje. La lleva a su casa y la observa: aún encerrada en su mutismo y postrada, muestra un comportamiento extrañamente animal. Su ex-mujer, a la que no reconoce, está preocupada por el juego ambiguo que le une a la chica y apela por última vez a la razón. Pero Masuoka está en lo cierto: ha visto Deros en la ciudad, ha comprendido que la joven se alimenta de sangre humana y decide satisfacer las necesidades de su invitada.

Directores

Takashi Shimizu

Reparto

Shinya Tsukamoto, Tomomi Miyashita, Kazuhiro Nakahara, Miho Ninagawa, Shun Sugata, Masayoshi Haneda, Ayumu Saito, Kaori Fujii, Junko Amagi, Masaru Endô
Horror

RESEÑAS (1)

GG

Giuliano Giacomelli

Masuoka, ex camarógrafo de televisión, ahora es un hombre solo, sin trabajo ni familia; pasa los días enteros encerrado en su pequeño apartamento grabando y observando, gracias a una serie de cámaras instaladas por él en varios puntos de la ciudad, imágenes que logran mostrar el origen del terror. Un día se encuentra con el suicidio de un hombre en el metro y así, para concebir y ver el horror que llevó al hombre a cometer ese acto de locura, Masuoka se dirige al lugar. Explorando los bajos fondos del metro descubre que bajo la ciudad se extiende un misterioso mundo subterráneo donde encuentra a una chica, completamente desnuda y encadenada a la pared, que parece no haber tenido nunca ningún tipo de educación. Masuoka decide liberar a la chica y llevársela a su apartamento, comenzará a educarla y criarla, pero pronto descubrirá que la chica es una terrible criatura que encuentra en la sangre su único alimento. Presentado en competición en la 61ª Mostra Internacional de Cine de Venecia 2004 en la sección "Cine Digital", "Marebito" es quizá una de las mejores obras procedentes del oriente y seguramente una de las películas nipónicas más intrigantes y inquietantes que han llegado hasta nosotros hoy. Rodado en solo ocho días y enteramente en digital, la película es una doble reflexión: por un lado, busca meditar sobre la soledad, por otro, reflexiona cuidadosamente sobre lo que es el concepto de terror, de miedo. En cuanto al primer punto, la soledad, nunca ella ha sido representada de manera tan magistral; "Marebito" nos narra de manera sublime las hazañas de un hombre realmente "solo", que no desempeña ningún papel útil en la sociedad, la cual se ve como un océano vasto y frío en el que cada vida es completamente independiente de las demás, y no es de ninguna importancia para nadie; un hombre que no tiene manera de conversar con nadie excepto consigo mismo; un hombre que desde hace años ha perdido el propósito principal para vivir y así vaga, haciendo lo que mejor puede, grabando todo lo que logra comunicarle terror y sufrimiento para poder concebir mejor la génesis del miedo. En cuanto al segundo punto, el concepto del miedo, nos es expresado en formas tan evidentes como poéticas, mostrando claramente el horror en sus formas más primitivas e inocentes; es así como nos aparece "F", la chica, un ser que encarna por antonomasia el mal pero que nos es mostrado en formas primitivas (no logra comunicarse, se mueve con dificultad y apenas logra mantenerse en posición erguida) y extremadamente inocentes. Pero tal concepto nos es también más claramente expresado por la figura de Masuoka, que se encuentra en una posición de búsqueda continua del terror y por las frecuentes tomas detalladas sobre la mirada (una de todas, la toma inicial y final) que logran retratar en pleno el concepto de "miedo". Pero detrás de estos dobles significados no se esconde un producto mal hecho, pretencioso y que tiene como único punto fuerte reflexiones filosóficas y abstractas, este "Marebito" utiliza tales conceptos para subrayar y explotar al máximo una historia que ya tiene un excelente potencial desde el principio, tanto que, incluso analizando solo el aspecto de terror de esta obra hay que quedarse asombrados y aterrados, porque nos encontramos ante un producto que muestra el horror en formas diferentes de los habituales horrores nipónicos, un horror más fantástico e inquietante representado por los "Dero" terroríficos criaturas viscosas y cuadrúpedas que viven en los oscuros abismos de la ciudad y que logran evocar las terroríficas criaturas de ese horror británico que es "The Descent". Pero pasemos al aspecto técnico; la película lleva la firma de uno de los directores nipónicos más famosos, a saber, Takashi Shimizu, director que siempre ha estado solo y exclusivamente con la serie "Ju-on", dirigiendo versiones televisivas, versiones cinematográficas, secuelas e incluso remakes, y que ha dado con este "Marebito" la prueba de ser un excelente director capaz de representar visualmente un guión que no tiene nada que ver con la saga "Ju-on". Para esta película, Shimizu adopta una táctica de dirección notable, no se limita a una representación banal y elemental del guión, sino que busca siempre tomas de cámara particulares y efectivas que elevan considerablemente el nivel de la película. Además de Shimizu, gran mérito tiene el actor principal, Shinya Tsukamoto ("Tetsuo - The iron man"; "Ichi the killer"), en cuanto que toda la película está confiada completamente a su actuación y a su gran capacidad de comunicar mucho más visualmente que verbalmente porque en ocasiones esporádicas se encontrará efectuar una conversación "a dos" pero siempre estará frente a monólogos, entre él y su mente y es por eso que en "Marebito" hay una dosis masiva de voz en off. Pero también en cuanto a la fotografía hay que quedarse asombrados; se esperaría lo peor para una obra enteramente rodada en digital, pero un excelente trabajo ha sido hecho también bajo este aspecto que logra regalar a la obra una fotografía particular y muy efectiva. En conclusión, "Marebito" resulta ser un producto notable, fascinante pero sobre todo poético bajo todos los puntos de vista. Una película que ha demostrado las grandes dotes de dirección de Shimizu y también que en oriente se logran producir películas con resultados asombrosos incluso alejándose de las habituales y ya gastadas temáticas de ghost story. Una película absolutamente para ver.