RG
Roberto Giacomelli
•Una expedición militar es enviada a la Amazonia para recuperar a la hija de un senador, desaparecida en la selva junto al grupo de exploradores del que formaba parte. Al llegar al lugar, los militares descubrirán que los exploradores han sido capturados y devorados por una tribu de caníbales que han mantenido a la hija del senador con vida porque la tomaron por una divinidad.
«En la tierra de los caníbales» es la segunda película, después de «Mondo Cannibale», de la operación emprendida por Bruno Mattei y el productor y guionista Gianni Paolucci en un intento de revivir el subgénero caníbal al estilo italiano. Si «Mondo Cannibale» era un intento pedestre de remake de «Cannibal Holocaust», «En la tierra de los caníbales» es un clon inexplicable de «Predator», la buena película dirigida por John McTiernan. De hecho, durante toda la duración de la película no hacemos más que toparnos con situaciones ya vistas en la película con Schwarzenegger, con tanto de diálogos idénticos e incluso algunas escenas robadas de la película inspiradora y montadas aquí (¡atención a la secuencia nocturna en la selva cuando los militares son atacados por un jabalí, en práctica se robó un frame!). Naturalmente, el resultado general no puede ser más que de una comicidad desarmante: ver escenas famosas (que personalmente conozco casi de memoria) vueltas a hacer y insertadas en un contexto totalmente diferente hace sonreír, sin mencionar volver a escuchar los mismos diálogos de «Predator» referidos a los caníbales en lugar de a un cazador de cabezas alienígena, da un sentido de parodia involuntaria similar a los sketches de la «Premiata ditta».
Si ya en «Mondo Cannibale» se habían evitado escenas particularmente extremas (aunque alguna escena splatter está presente), en «En la tierra de los caníbales» no hay ni rastro de splatter, una característica que no puede hacer más que disminuir aún más la calidad de esta película. Una calidad siempre más ínfima si se tiene en cuenta también la dirección inexistente de Mattei (que se esconde detrás del nuevo seudónimo de Martin Miller) y la actuación digna de una función escolar de los intérpretes (Claudio Morales y Cindy Matic, protagonistas también en «Mondo Cannibale»).
En conclusión, «En la tierra de los caníbales» es un producto que, si se toma por lo que es, es decir, un trash ridículo, divierte, aunque deja muy inciertos sobre las intenciones de los productores sobre por qué querer copiar una película famosa como «Predator». De todos modos, es de apreciar el coraje de Mattei y Paolucci al querer resucitar este subgénero ahora dado por muerto. Si solo se hubieran esforzado un poco...