ARRESTO DOMICILIARIO

Marnie Watson está bajo arresto domiciliario por el asesinato de su marido, un policía corrupto y violento que se desahogaba golpeándola. La mujer lleva un tobillo electrónico que alerta a la policía de cualquier movimiento que la aleje del perímetro impuesto por las autoridades. Pero el confinamiento forzado de Marnie será particularmente agitado, ya que el espíritu de su marido, asesinado en esa misma casa, está decidido a vengarse. Toma el mediocre thriller sobre la violencia doméstica y la (auto)defensa "Get Out of My House", mézclalo con "Poltergeist" y añade, como complicación, el ingrediente del arresto domiciliario que recuerda mucho al reciente "Disturbia", tendrás así una idea clara de lo que es "Perímetro de miedo" (título original "100 Feet"). "Clara" quizás no del todo, dado que los tres films en cuestión difícilmente lograrían amalgamarse para dar vida a un híbrido. Y sin embargo, el director y guionista Eric Red ("No Control"; "Bad Moon") lo ha logrado, quizás no creando lo que podría llamarse una "buena película" en todos los sentidos, mostrando sin embargo cierta habilidad para hacer creíble una historia con muchas potencialidades de resultar decepcionante, sin lograr aprovechar al máximo sus puntos fuertes. En una situación de reclusión como la mostrada en "Perímetro de miedo", la carta más obvia a jugar habría sido la de la claustrofobia y la sugestión dictada por el ambiente cerrado en el que transcurre la película. Extrañamente, Red no juega en absoluto con la ubicación, no le interesa crear en la mente del espectador una topografía ideal de la casa en la que se desarrolla la trama y la fisiología vagamente gótica de los interiores no se aprovecha en absoluto. Excluyendo de manera tan decidida la exaltación escenográfica y el terror dictado por los espacios, "Perímetro de miedo" se apoya totalmente en las apariciones individuales del fantasma, que no tienden tanto al susto sutil de inspiración neo-oriental, sino que se lanzan más a la violencia que genera la aparición, recordando a la mente "Entity" más que cualquier película de fantasmas de la escuela estadounidense. El aspecto del fantasma está bastante bien logrado porque se refiere eficazmente al imaginario ectoplasmático que todos tenemos más o menos en la cabeza: semblanzas antropomórficas, contornos borrosos y rostro pálido transfigurado en una imagen de terror. Las acciones del fantasma, como se ha mencionado, siempre desembocan en violencia pura, creando un paralelo claro con sus acciones escandalosas en vida. Entre todas las escenas en las que aparece, la más memorable es sin duda aquella en la que golpea hasta la muerte al amante de su esposa, además la única escena que desemboca en gore explícito. Desafortunadamente, Red, que tiene en su carrera los guiones de "The Hitcher", "The Dark" y "Blue Steel", no ha proporcionado una construcción adecuada de los personajes. Si el estereotipo del marido violento que también era un policía corrupto y ahora un fantasma vengativo no plantea problemas, de hecho se inserta funcionalmente en el guion, absolutamente equivocado es la caracterización de su ex compañero, interpretado de manera sosa por Bobby Cannavale ("Snakes on a Plane"; "El superpolicía del supermercado"), es decir, un agente de policía cumplidor que, sin una razón real, pasa de ser un verdadero adversario de Marnie (él está convencido de la culpabilidad de la mujer) a su guardaespaldas (está listo para creer en sus razones sobre el asesinato). Marnie, en cambio, es un personaje un poco demasiado lineal y unidimensional: el espectador sabe desde el principio de sus razones y de su estatus de víctima, quizás habría sido interesante encontrar en la personalidad de la mujer un mínimo de ambigüedad que no cortara con el hacha los roles de buena/mala que se le han asignado a ella y a su marido. Para interpretar a Marine está la buena Famke Janssen ("X-Men"; "Te encontraré") que, más allá de la banalidad de su personaje, logra sostener sola toda la película mostrando que tiene un talento quizás un poco subutilizado en Hollywood. El final, votado al sensacionalismo de blockbuster, recordando de manera ridícula (y de seguro involuntariamente) escenas tolkenianas, habría sido para reescribir. En definitiva, "Perímetro de miedo" resulta sin duda una película digna de verse y a su manera "original", pero está lejos de ser un éxito.