GG
Giuliano Giacomelli
•Maine 1969. El estudiante Alan Parker se prepara para ir, con sus amigos, al muy esperado concierto de John Lennon que presagia la reformación de la famosa banda "Beatles", cuando de repente recibe una desagradable llamada que le informa que su madre acaba de sufrir un derrame cerebral y ha sido ingresada de urgencia en el hospital. Alan no puede ir más al concierto con sus amigos y, sin coche, decide ponerse en camino de inmediato hacia el lejano hospital esperando encontrar a alguien que pueda ofrecerle un paseo. Durante la noche, mientras Alan atraviesa los desolados campos y la luna llena brilla alta en el cielo, alguien decide finalmente recoger al chico: es George Staub, un misterioso joven de veintiún años que mostrará desde el principio un extraño comportamiento que hará entender a Alan que subir a ese coche no ha sido nada bueno.
El verano de 1969 acaba de pasar y ya se ha convertido en leyenda. Más de ochocientas mil personas jóvenes se reúnen alrededor de una granja de Bethel (a 80 km de Nueva York) para pasar tres días de música rock, pop y folk bajo el lema de la paz, las drogas, el amor libre y el superamiento de cualquier tabú; la guerra de Vietnam continúa implacable desde hace ocho años y muchos son los movimientos pacifistas que surgen en protesta a esa guerra; los hijos de las flores dominan el panorama social poniendo en práctica sus ideales basados en la paz y la igualdad entre los pueblos.
Es en este panorama donde se desarrolla este "Riding the Bullet", adaptación cinematográfica del relato homónimo escrito por el rey del escalofrío Stephen King.
Mick Garris ("Sleepwalkers") escribe, produce y dirige una película peculiar pero fascinante, que alterna la comedia negra (que domina toda la primera parte de la película) con un segundo acto de terror caracterizado por elementos sobrenaturales típicos de las obras del escritor. Los elementos "kinghianos" están realmente todos presentes: tenemos el recuerdo (por parte del protagonista) de una infancia feliz por un lado pero terriblemente amarga por el otro, miedos relacionados con el recuerdo infantil, el sentido de culpa, los "diálogos" con su mente materializada, el regreso del mundo de los muertos e incluso la buena vieja Castle Rock. Muchas son las citas a los trabajos anteriores de King: tenemos un automóvil muy similar al famoso Christine, un herido en un accidente de tráfico en la cabeza que recuerda mucho al de "Cementerio de animales", un malo que parece salido de "A veces vuelven" y que tiene el nombre utilizado frecuentemente por King como seudónimo para sus novelas, etc.; frecuentes son los homenajes a obras maestras del género como "La noche de los muertos vivientes" (en una escena se pronuncia la frase "Vienen a por ti, Barbara"). A estos simpáticos homenajes se suman (para hacer todo aún más agradable) ideas bastante originales y simpáticas pero que, desafortunadamente, son demasiado explotadas por Garris resultando, al final de la película, repetitivas y predecibles, como ocurre con los frecuentes "retornos a la realidad" del protagonista.
Seguramente, la película funciona mejor en la primera parte que logra con mucha soltura arrastrar al espectador a los míticos años 60, haciéndole revivir con mucho placer y nostalgia aquellos magníficos años. Es este, de hecho, el aspecto que más fascina de la película y es por eso que en el segundo acto la película pierde algo de fuelle, es decir, a partir del momento en que se decide dejar de lado el componente "comedia negra años 60" (fascinante e inusual) para dedicarse con más atención al componente de terror y es a partir de este momento que la película comienza a perder esa "frescura" que la caracterizaba anteriormente y se vuelve un poco demasiado repetitiva en algunas secuencias y poco innovadora.
Además de la excelente idea de revivir los años pasados, la película tiene sus puntos fuertes en la hermosa banda sonora formada por canciones inolvidables de esa época y en la excelente actuación de los actores, entre los que se destaca un buen Jonathan Jackson ("Venom") en el papel del protagonista Alan, un chico reservado que esconde una personalidad bastante lúgubre, y David Arquette (la saga "Scream") en el papel del malvado George Staub.
En conclusión, "Riding the Bullet" resulta ser una película peculiar, muy por encima de los muchos otros productos mediocres/pésimos de home video, que logra involucrar desde los créditos iniciales (acompañados óptimamente por la canción "Time of the season" de los Zombies) al espectador.
Una película para ver especialmente si son fans del escritor porque difícilmente quedarán decepcionados.
Curiosidad. El relato del que está tomado "Riding the Bullet" fue el primer experimento de Stephen King de difundir uno de sus escritos inéditos a través de Internet en formato e-book. Escrito en 2000 y publicado en línea el año siguiente con considerable éxito (400.000 personas descargaron la obra solo el primer día de publicación), el relato fue posteriormente incluido en la antología (publicada en forma impresa) "Todo es fatídico."