RG
Roberto Giacomelli
•Un hombre desnudo y completamente cubierto de sangre deambula por los bosques y se presenta en la puerta de una estación de policía a punto de cerrar. El hombre no tiene heridas y no puede expresarse de ninguna manera, pero parece ejercer una extraña influencia sobre quienes entran en contacto físico con él. Exactamente un año antes, una chica había sido torturada y asesinada en esos mismos bosques y su asesino no había sido identificado. El sheriff, aún atormentado por la idea de no haber logrado salvar a esa chica, intenta aclarar la identidad del hombre recién encontrado.
«Shallow Ground» es una pequeña película de bajo presupuesto que ha tenido un éxito moderado tanto de público como de crítica en poco tiempo; sin embargo, al ver la película, uno se queda un poco sorprendido de cómo un producto similar ha logrado obtener tantos elogios, ya que hay pocas cualidades que puedan destacarse, tanto a nivel de contenido como técnico. El director Sheldon Wilson tuvo una idea brillante: un hombre desnudo y cubierto de sangre que deambula por los bosques. Alrededor de esta simple figura, representada visualmente de manera efectiva, se intentó construir una historia que pareciera mínimamente plausible, pero es evidente que la operación no tuvo resultados dignos de mención: la trama salta de un evento a otro de manera a veces casual, a veces torpe, y el guion presenta demasiados agujeros que comprometen incluso la comprensión de varios eventos. Demasiadas son las preguntas que surgen en la mente del espectador al final de la visualización y demasiadas son las paréntesis que quedan abiertas; sin mencionar algunos personajes que de repente parecen volverse importantes en el desarrollo de la historia, pero que luego salen de escena como si nada hubiera pasado. Wilson, también autor del guion, probablemente se dio cuenta de que en un cierto punto su «gran idea» no tenía muchas posibilidades de convertirse en un largometraje, por lo que decidió agregar una subtrama que presenta a un misterioso asesino que diseca a sus víctimas, pero la manera en que el hombre ensangrentado está vinculado al asesino no es convincente, al igual que la identidad del asesino y el final de la película. Si añadimos también un ritmo estático y una estructura repetitiva, además de un grupo de actores incompetentes al servicio de personajes unidimensionales y estereotipados que pronuncian diálogos de cómic de serie B, uno se pregunta qué puede salvarse en esta película.
La figura del hombre ensangrentado y el misterio que lo rodea se destacan, con un gran impacto visual y capaz de despertar el interés del espectador (aunque la explicación sobre su identidad es un poco decepcionante); y algunos escenarios, como en la secuencia de la casa de los horrores del asesino, en cuyo sótano hay tantos cadáveres disecados que harían palidecer el antro de Leatherface. Sin embargo, nos detenemos aquí.
En conclusión, «Shallow Ground» es una película confusa, torpe a nivel narrativo y a veces pretenciosa; con una historia más articulada y un buen guion, podría haber resultado una buena película.