GG
Giuliano Giacomelli
•David O'Hara es un estudiante de medicina con graves problemas de comportamiento y relaciones debido a un duro trauma infantil causado por la pérdida de su familia. Como consecuencia del trauma, David tiene el "vicio" de secuestrar, violar y matar a jóvenes mujeres inocentes, pero cuando secuestra a Melissa Daniels las cosas cambian: decide dejarla embarazada para "recrear" esa familia que perdió de pequeño. Pero pronto, la policía frustrará el plan del loco David – que huirá – haciendo irrupción en su almacén y liberando a Melissa. Han pasado meses desde el incidente, Melissa ha dado a luz a su hija y, ayudada por los cuidados del Dr. Gardner, intenta olvidar el incidente; pero David O'Hara, que no ha olvidado a Melissa y a su bebé, se pone pronto en las pistas de la mujer para recuperar a "su" familia.
Matthan Harris debía creer mucho en este proyecto ya que lo escribió, lo produjo, lo dirigió y lo interpretó en el papel principal. Extraño, porque la película – tanto en el papel como en los hechos – no ofrece realmente ninguna razón para poder despertar ningún tipo de interés.
Historia habitual sobre la vida habitual del asesino en serie americano habitual con el trauma infantil habitual a sus espaldas y que toma como objetivo, como siempre, a jóvenes mujeres de buen aspecto. Es la feria de lo ya visto, un tema ya contado millones de veces – principalmente en el inmenso circuito de productos low budget (y low quality) destinados únicamente al mercado del home video – y casi siempre con malos resultados, por lo que no se entiende cuál fue el verdadero motivo que impulsó al joven Harris a embarcarse en una operación tan inútil como fea como este "The Infliction".
Contenido pobre, la película de Harris se muestra desde el principio mal escrita debido principalmente a un desequilibrio narrativo excesivo. Después de un poco más de veinte minutos, la película ya ha disparado todas sus balas – o para decirlo mejor – no tiene más nada que contar. Procede así con un ritmo flojo intentando contar situaciones y profundizar en personajes que, lamentablemente para el joven Harris, no son interesantes. Se olvida pronto que estamos hablando de un thriller, porque a partir de la mitad de la película, el director-guionista ha preferido exagerar en el componente dramático contándonos con mucho pathos historias de melodrama familiar. La frustración del psicópata David O'Hara que quiere tanto recuperar una familia, la posición difícil que tiene el padre de David que se siente en la obligación de proteger al hijo a pesar de conocer sus malas acciones, el trauma de la joven Melissa que no logra olvidar lo que le hizo O'Hara y busca consuelo en la sonrisa de su hija recién nacida… y así sucesivamente.
Un verdadero ladrillo, también porque la película no tiene absolutamente la fuerza de poder contar con eficacia situaciones y personajes con profundidad "dramática", cómplice sobre todo el hecho de que buena parte de los diálogos derivan alegremente en lo cómico involuntario.
Pero de vez en cuando, la película se acuerda también de que su público es principalmente aquel acostumbrado a ver ciertas películas de género y así el joven Harris ha insertado aquí y allá algún toque de gore con la esperanza de hacer felices a todos. Pero el resultado es de todos modos miserable, la calidad de los efectos especiales es de descuento y alcanza su máximo en el rígido muñeco de plástico que se hace pasar por un verdadero recién nacido.
Mención aparte merece el reparto actoral. Si en los papeles principales encontramos al inexpressivo director Matthan Harris y a la poco convincente Lindsay Hightower, entre los papeles secundarios hay un verdadero desfile de estrellas invitadas: Bill Moseley ("La casa de los 1000 cuerpos", "La casa del Diablo") en el papel del padre de David, Sid Haig ("La casa de los 1000 cuerpos", "La casa del Diablo") en el del Dr. Gardner, Doug Bradley ("Hellraiser") es el agente Wilson mientras que Giovanni Lombardo Radice ("Cannibal Ferox", "Apocalypse Mañana", "Esa villa perdida en el parque") interpreta al policía valiente que persigue al asesino. Todos rostros conocidos para nosotros amantes del género, pero lamentablemente no son ciertamente sinónimo de calidad, al contrario. Actores puestos en el desempleo cinematográfico desde hace varios años y que ahora los vemos aparecer en pequeños papeles casi únicamente en los productos para el home video.
Para salvar la situación, las músicas del talentoso compositor italiano Marco Werba ("Giallo", "Color from the Dark") logran conferir un toque de profesionalidad y elegancia a un producto que se sitúa a medio camino entre una baja producción televisiva y un film semiamateur.