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Andrea Costantini
•Una leyenda se transmite desde hace siglos en la ciudad de Summerset. Una bruja, que sobrevivió a la hoguera hace cientos de años, parece regresar cada equinoccio para llevarse a una persona. ¿Leyenda o verdad? Nadie lo sabe, pero la pequeña Amanda desaparece en el vacío una noche, justo en el equinoccio. Mientras tanto, un grupo de jóvenes del lugar, equipados con tiendas de campaña y diversos equipos, deciden visitar la casa en el bosque donde se rumorea que vive la bruja. Inútil decir que la leyenda se transformará en realidad.
Cualquier productor/director/cineasta, llegado al año 2013, debería plantearse algunas preguntas sobre qué vale la pena rodar y qué vale la pena dejar en el cajón. Tomemos, por ejemplo, a Peter Winther, cuya profesión es director, que decide asumir la responsabilidad de rodar una película que tenga como villano a una bruja, de esas malas que meten a las personas en la picadora para hacer pociones mágicas. Se puede hacer, como idea no está mal visto el
proliferar de los últimos años de no-muertos como chupasangres y zombis de los cuales, francamente, empezamos a cansarnos. La bruja es un malo de todo respeto, de reciente vuelta a la moda. Si el creador de la historia es bueno, quizás logre sacar algo que rompa, porque las brujas son feas, asustan a todos y son muy malas.
De acuerdo, el malo ha sido identificado. Pero no basta tener un malo para hacer una película de terror. Se necesita también una historia, una trama. Es cierto que a menudo es un elemento opcional ausente en la mayoría de las películas del género que tanto amamos, pero es un elemento que, si está presente, no perjudica. Por lo tanto, se introduce la bruja mencionada anteriormente dentro de una leyenda que se transmite desde hace siglos y se la coloca en una casa en el bosque. Alguien la despierta y esta siembra pánico.
Trama decidida, pero aún no es suficiente. Falta otro elemento muy importante que, a diferencia de la trama, es absolutamente necesario: la carne de cañón, es decir, los protagonistas. ¿Acaso se quiere hacer una película de terror en la que las personas sobrevivan? Veamos un poco esta vez quién ha sido elegido para ser destripado: un grupo de ancianos en una residencia de ancianos? Personas de mal aspecto que quizás sean incluso inteligentes? ¡Obviamente no! Los protagonistas son jóvenes musculosos junto con las chicas más guapas en circulación, lo menos vestidas posible.
No falta nada más, la matanza puede comenzar, pero como aquí se busca hacer las cosas bien, antes de ver una gota de sangre pasa una hora de película, así que se tiene tiempo de conocer bien a quienes se verá morir en la segunda parte.
Contado así, "The Wicked" parece un mal producto, rodado sin corazón y sin compromiso. En parte es así porque seguramente no es una de esas películas que quedan en la memoria. Se trata, no obstante, de un producto para el vídeo doméstico banal, visto y rodado con cuatro monedas. Pero por otro lado, hay que romper un par de lanzas a favor de la pequeña obra de Peter Winther, (que como director es poco más que nadie, pero ha sido productor asociado de películas de Emmerich como "Independence Day" y "Stargate"), a saber, que tiene a su favor una realización decente. Aunque tenga todos los defectos relacionados con costos, trucos y actuación que una película direct-to-video pueda tener, "The Wicked" tiene una buena primera parte en la que introduce a los personajes (que más estereotipados no se puede) tomándose su tiempo.
El límite con el aburrimiento es muy fino, pero se tiene una buena escalada que permite al espectador mantener los ojos en el televisor esperando que suceda algo y es algo positivo en una película de terror. A pesar de la banalidad de los personajes, que se vuelven cada vez más predecibles a medida que pasan los minutos, se tiene el placer de ver que se respetan los tiempos. Por lo tanto, después de casi una hora de película, se comienza a tener la curiosidad de conocer a esta bruja fantasmagórica, que permanece como una sombra durante todo el primer tiempo. Aunque pueda parecer un defecto, en realidad esta espera sirve para mantener un poco de atención. Porque en la norma, en películas como esta, una vez revelado el monstruo, cae el aburrimiento.
Como si la hubiéramos llamado, el aburrimiento llega en la última parte, hecha de asesinatos y persecuciones que rozan el ridículo, aunque el personaje de la bruja es el más clásico, de representación de cuento de hadas: vive en un sótano lleno de velas y objetos mágicos, tiene un caldero en el que pone el cabello de las víctimas y tiene un único propósito que hace a las brujas de todos los cuentos las más malas de todas: comer a las personas para volverse bella. Maquillada de mala manera pero conceptualmente efectiva.
En pocas palabras, una mala película que, sin embargo, se deja ver hasta el final.
"The Wicked" fue distribuido en Italia en vídeo doméstico por 01 Distribution y One Movie en formato DVD. Los contenidos extra incluidos en el disco son: Tráiler original y Making of.