DT
Daniele Taddei
•En un rascacielos situado en una lujosísima estructura, el Millennium Building, en Nueva York, ocurren cosas extrañas: misteriosos accidentes y muertes en cadena se suceden una tras otra. Inquietante denominador común de estos inexplicables y trágicos acontecimientos es el ascensor del edificio. Un técnico de mantenimiento y una periodista entrometida intentarán resolver el denso misterio, arriesgando más de una vez la vida... Presentado como la secuela de "El Ascensor" y dirigido por el mismo director, Dick Maas, autor, entre otros, del excelente "Amsterdamned", en realidad este "Down" no es más que un remake rodado con más presupuesto, pero con un amateurismo y una carencia de ideas desconcertantes. Entre los protagonistas del "misfacto" hay que citar la presencia, en el papel de la valiente periodista, de Naomi Watts, ya admirada en "The Ring" y en "Mulholland Drive", aquí sin embargo realmente por debajo de sus dos anteriores actuaciones. Para enriquecer una trama que hace agua por todas partes y que resulta bastante improbable, incluso se involucran a las más altas autoridades militares y los complots del Tío Sam. Como si no bastara, el director, quizá bajo el efecto de un ataque de narcisismo, se cita a sí mismo de manera inverosímil hasta el punto de resultar incluso irritante. Situaciones ya vistas en la primera película, que por otro lado era en su conjunto discreta y fascinante en su idea base, se retoman sin una pizca de originalidad pero con un tono casi "autocelebratorio" totalmente fuera de lugar. A pesar de la discreta disponibilidad de medios, la película solo es mirable. Banalidades y lugares comunes del género se funden inexorablemente, aviltando al espectador. Única escena digna de mención, pero realmente muy poca para cambiar el juicio, es la secuencia en la que el ascensor comete un terrible masacre contra algunos de sus ocupantes, proyectándolos incluso en pedazos fuera del rascacielos. El horror, como género, parece estar en crisis de ideas y ciertas películas de corte amateur no dejan augurar nada bueno para el futuro próximo.