MC
Marco Castellini
•Un joven agente inmobiliario, Jonathan Harker, es enviado a Transilvania para encargarse de un importante negocio con un noble del lugar, el conde Drácula, que desea comprar un gran terreno en Londres. Después de conocer al inquietante personaje, que no es otro que un terrible vampiro, el joven es seducido por un grupo de vampiras, seguidoras del conde, que lo asaltan alimentándose de su sangre y dejándolo demasiado débil para escapar. Mientras tanto, Drácula se dirige a Londres, a la prometida del joven Harker, atraído por el parecido de la joven con la mujer a la que amó hace cuatro siglos y que, suicidándose, causó su condenación. La intervención de Van Helsing, un científico-hechicero, salvará el destino de la chica y pondrá fin a las hazañas del vampiro centenario. Gracias también a un elenco excepcional, con Hopkins (Van Helsing) y Oldman (el Conde Drácula) a la cabeza, Coppola nos regala una película magnífica, quizás el mejor "Drácula" de todos los tiempos. El director relee la novela de Stoker destacando los aspectos más morbosos opuestos a los más "sagrados" y, al mismo tiempo, esbozando un Drácula romántico y melancólico como nunca antes se había visto. A pesar de ser una megaproducción hollywoodiense, la película también ofrece algunas excelentes escenas gore y buenas dosis de sangre, pero es sobre todo el extremo cuidado por el detalle (desde los trajes hasta las escenografías), la excelente fotografía, los sabios efectos de luz (basta pensar en la sombra del conde que se mueve por sí misma) y la inspirada dirección del maestro Coppola lo que decretan el éxito de la película. De gran impacto el prólogo en el que se nos muestran las hazañas del famoso conde Vlad antes de su condenación: un salto al Medioevo más oscuro que ninguna película sobre Drácula nos había regalado hasta ese momento. Casi una obra maestra, absolutamente para ver.