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FIVE NIGHTS AT FREDDY'S 2

2025 US HMDB
diciembre 3, 2025

Un año después de la pesadilla sobrenatural en Freddy Fazbear's Pizza, las historias sobre lo ocurrido allí se han convertido en una leyenda local extravagante, inspirando el primer Fazfest del pueblo. Con la verdad oculta, Abby se escapa para reencontrarse con Freddy, Bonnie, Chica y Foxy, desencadenando una serie de eventos aterradores que revelarán oscuros secretos sobre el verdadero origen de Freddy's y desatarán un horror oculto durante décadas.

Directores

Emma Tammi

Reparto

Josh Hutcherson, Piper Rubio, Elizabeth Lail, Matthew Lillard, Freddy Carter, Wayne Knight, Mckenna Grace, David Andrew Calvillo, Teo Briones, Audrey Lynn-Marie
Horror Thriller

RESEÑAS (1)

RG

Roberto Giacomelli

Cuando se anuncia una secuela de una película de terror basada en un videojuego de culto, como la saga de Five Nights at Freddy's, la esperanza es ver el terror, la tensión y un lore convincente trasladados a la gran pantalla. La primera película, estrenada en 2023, a pesar de ser un desastre artístico (aquí nuestra reseña), logró capitalizar con el fan-service: casi 300 millones de dólares en todo el mundo, demostrando que la mezcla entre franquicia de videojuegos y terror popcorn sigue teniendo un mercado considerable. Para este segundo capítulo de Five Nights at Freddy's, los anuncios publicitarios —especialmente la promesa de un mayor enfoque en el terror, con más acción y tensión— dejaban esperar algo mejor. Pero el resultado final es trágicamente peor que el ya mediocre original. Tras un prólogo en 1982, donde conocemos la triste muerte de la pequeña Charlotte, primera víctima del asesino en serie William Afton en un Freddy Fazbear Restaurant, la historia continúa un año después de los eventos de la primera película. Las leyendas sobre lo que ocurrió en la Freddy Fazbear's Pizza se han convertido en folklore local, tanto que la ciudad organiza un "Fazfest" que reúne a grandes y pequeños en cosplay temático Fazbear. Mike y Vanessa han ocultado la verdad a la hermanita de Mike, Abby. Pero cuando esta última se cuela en secreto en el local para volver a ver a los animatronics que tanto extraña, se desata una nueva ola de terror. Aunque el primero ya era una mala película, con este segundo capítulo la saga se derrumba definitivamente: Five Nights at Freddy's 2 es la demostración de que esta saga no ha encontrado en el cine su forma más lograda y ya no es capaz de salir de un estado evidente de impotencia narrativa y creativa. El prólogo ambientado en 1982, que muestra al villano principal y su trágico origen, parece prometer bien al abrir escenarios inquietantes. Lástima que estos buenos presagios se queden solo en intenciones y ya desde la primera media hora la película comienza a descarrilar. Los nuevos personajes (la youtuber Lisa, interpretada por Mckenna Grace, en primer lugar) no tienen ninguna utilidad narrativa real: insertados de manera totalmente pretextual, desaparecen o son abandonados poco después, como si el guion hubiera sido cortado, remendado o simplemente escrito mal desde el principio, con demasiados elementos arrojados sin coherencia. Como ocurre también con el "descubrimiento" del Freddy Fazbear's Restaurant donde se cometió el primer asesinato, como si tener este local desplazado tuviera una utilidad real, o los ulteriores giros familiares de Vanessa, que parecen de un pretexto realmente torpe. Entre los personajes "históricos", Mike (siempre interpretado por Josh "Frank Matano" Hutcherson) es casi inexistente y la película parece querer apostar por Vanessa (Elizabeth Lail), transformándola en un punto central de la narración: pero su tormento interior, el legado familiar, las implicaciones psicológicas relacionadas con su padre asesino en serie son tratados con superficialidad, prisa, sin dar profundidad al conflicto. La pequeña Abby (Piper Rubio) también resulta poco creíble, muy lejos de cualquier realismo psicológico; además, las implicaciones sobrenaturales relacionadas con ella en la primera película son inexplicablemente ignoradas. En cuanto al elemento sobrenatural inédito: la Marioneta del segundo videojuego se introduce como un "nuevo villano", una entidad capaz de poseer objetos y seres humanos, una amenaza diferente a los solos animatronics "físicos" como en la primera película. Su aspecto, oscuro y perturbador, podría haber sido un punto fuerte, ya que recuerda una mezcla entre el muñeco Billy de la saga Saw y Kaonashi de La Ciudad Incantada. Pero la dirección y el guion no saben construir el miedo: las escenas pensadas para ser perturbadoras o oscuras resultan torpes, la tensión no está calibrada; los "jump scare" se alternan con momentos muertos, de hecho aburridos, y todo parece inseguro, sin ritmo. A pesar de las promesas de "más terror", este segundo capítulo también carece de sangre, de violencia, de una atmósfera de terror concreta: la calificación PG-13 sanciona una esterilización del miedo, volviendo a apuntar a un público adolescente si no preadolescente. Y luego está el espejismo: la tan publicitada reunión de iconos del terror como Matthew Lillard y Skeet Ulrich (célebre dúo de un culto como Scream) resulta ser un engaño. Matthew Lillard solo aparece en una escena onírica (dada su "muerte" en la primera película), y Skeet Ulrich aparece durante unos segundos en un papel marginal. Los dos no comparten prácticamente la pantalla: la reunión prometida no existe, y ese "llamamiento nostálgico" es solo marketing. El final, luego, no es un final. Es un pretexto para otra película. De hecho, una escena post-créditos intenta lanzar pistas sobre la dirección que podría tomar un hipotético Five Nights At Freddy's 3. Pero en este punto, la saga ya necesitaría un reinicio, y tal vez de directores y guionistas que realmente sepan cómo hacer una película de terror. Five Nights at Freddy's 2 no es solo una mala película: es una oportunidad desperdiciada. Cuando de una saga de videojuegos ya de por sí basada en jump-scare se busca obtener una película, se necesitan manos firmes, conciencia del ritmo, respeto por la atmósfera. Esta secuela falla en casi todos los niveles: el miedo no llega; los personajes no involucran; la mitología está confusa y el lore se acumula sin orden. Al final, a pesar de algunos elementos visuales y una premisa potencialmente interesante, la película resulta un producto débil —incluso peor que el primero— que solo se sostiene en el eco de la marca. El resultado es un terror que en otro tiempo habríamos definido como "de cassette" y hoy podríamos indicar como "de plataforma", pensado para los más jóvenes o para espectadores en busca solo de algunos jump-scare entre un eructo y un puñado de palomitas.