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Luigi Scaramuzzi
•Un viaje a bordo de un jumbo 747 de Concord Air, operando la ruta Los Ángeles-París, transporta un extraño contenedor refrigerante. Debido a una fuerte turbulencia, este sufre daños y libera su contenido, dando pronto vida a una espantosa pesadilla para todos sus inconscientes pasajeros.
Ciertamente, estos no muertos, muertos vivientes o zombis... en fin, como prefieran... los hemos visto en todas las salsas y ubicaciones. Primero como residentes de islas perdidas, luego de pueblos de campo, pasando por las grandes ciudades con parada en enormes almacenes o hipermercados donde encuentras de todo, en los sótanos de una ciudad devastada y para terminar en todo el suelo mundial, como Romero nos mostró en su último "La Tierra de los Muertos Vivientes". Nunca, sin embargo, habíamos visto a estos "caníbales" invadiendo el espacio aéreo dentro de un enorme Boeing 747, por lo que no solo en tierra, sino también aquí, en el cielo.
Producida en 2006 y presentada el año pasado en el Festival de Cine de Terror Salento Fear Fest, "Plane Dead" está dirigida por el debutante Scott Thomas y cuenta con un elenco mixto de actores de televisión como David Chisume, visto en series como "Cold Case" y "Las Vegas", Erick Avari ("Law & Order", "Jag" y "Ncis") y de gran pantalla, como Kevin J. O'Connor ("Deep Rising") y Richard Tyson ("Un Policía en el Colegio" y "Black Hawk Down").
El inicio no es de los mejores, pero esto se debe al hecho de que el director se detiene un poco demasiado en la presentación de los diversos personajes. Después de una espera de 30 minutos (que debería haber creado tensión), el ritmo de la película (dado que estamos en un avión) toma altura o casi. El desarrollo continúa teniendo un ritmo irregular: momentos planos de largos diálogos se alternan con escenas interesantes con una buena dosis de sangre.
El maquillaje de los zombis es de nivel bastante alto, aunque honestamente he visto más aterradores o mejor "mejores", porque estos, aunque recuerden a los demonios del famoso filme de Lamberto Bava, no lo son casi en absoluto.
Defenderse de estos seres ya es difícil de por sí, imagínense en un avión donde los espacios son reducidos y sobre todo no hay salida de emergencia.
Por eso en cada película de zombis que se respete, las armas de fuego no pueden faltar... y efectivamente no faltan! "¿Cómo", se preguntarán. ¡Simple! El director, también autor del guión junto con Sidney Iwanter y Mark Onspaugh, ha previsto que en el avión no falte la presencia de un "recluso especial" custodiado por un policía y un agente de seguridad, presentes ahora en cada avión desde el 11 de septiembre.
Pero finalmente el ritmo se acelera y los muertos vivientes ahora aparecen por todas partes (bella escena del baño) rompiendo los pisos y arrastrándose por los conductos de aire (otra escena que recuerda "Demonios") persiguiendo a esos pocos supervivientes restantes.
Película no muy original que recuerda mucho a "Snakes on a Plane" pero que no decepcionará a los cultores del género, mientras que para quienes tienen miedo de volar... ¡mírenla de todos modos! Así tendrán una razón más para seguir sin tomar el avión.