MF
Massimo Filograna
•La película continúa algún tiempo después del final de la segunda parte… Debido a la interferencia psico-temporal ejercida por la protagonista, la dimensión demoníaca se derrumba sobre sí misma y emerge en nuestra realidad bajo la forma de una grotesca escultura de carne, metal y demonios sanguinarios. Una joven periodista, durante un reportaje en un hospital, presencia por casualidad la muerte de un chico destrozado por decenas de cadenas con garfios. Aquí, ve a una extraña chica, amiga del fallecido, capaz quizá de ayudarla a encontrar el scoop de su vida. El ex-novio, de hecho, es el propietario de una discoteca y ha comprado una escultura bastante… extraña de la que el desafortunado del hospital había extraído un trozo: la caja cúbica, es decir, la llave de acceso a la dimensión de los Cenobitas. Mientras tanto, el propietario de la discoteca resulta ser malvado y, por casualidad, descubre la verdadera naturaleza de la escultura: se alimenta de carne humana de la que luego engloba el alma. El mismo PinHead, encerrado en la escultura, suplica al chico que le proporcione otro alma y, a cambio, lo hará inmortal. Ironía del destino, será el mismo chico quien la alimente… La película tiene el mérito de introducir en la historia del cine de terror al boogeyman más poderoso jamás visto antes… Los poderes de PinHead (Cabeza de clavo), ahora ya no están limitados a la sola dimensión demoníaca, sino que se derraman directamente en nuestra realidad transformando objetos banales en armas mortales y a sus víctimas directamente en nuevos Cenobitas sanguinarios. Para darles una idea de su ferocidad, imaginen que en esta película, PinHead, para celebrar su renacimiento, mata a más personas que las asesinadas en todos los films juntos por Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers… (más de 200 personas!). Al tener un presupuesto superior al de las anteriores y estar dirigida por Hickox, famoso por los enfrentamientos apocalípticos de « Waxwork », es rica en acción y hallazgos pirotécnicos. Los amantes del splatter no quedarán decepcionados, ya que algunos asesinatos son realmente originales… Olvídense de las atmósferas oscuras y surrealistas del pasado… El final concluiría dignamente la trilogía, pero, como de costumbre, productores sin escrúpulos han decidido hacer más. Los defectos no faltan: se echa de menos a la verdadera protagonista y quizá algún escalofrío más habría contribuido a hacerlo más accesible también para los amantes del horror tradicional. La personalidad original de PinHead ha perdido su encanto, ya que ha pasado de ser un torturador refinado a un asesino en serie de « masa ». Además, en más de una escena se resienten las atmósferas oscuras ya vistas en « El Cuervo ». Algunas referencias religiosas de mal gusto al final, pero, después de todo, PinHead es el brazo derecho de Satanás (¿recuerdan al vagabundo del primer film, aquí como escultor?). En definitiva, una película divertida (en la medida en que una película de terror pueda serlo), con algunas ideas realmente geniales.