MC
Marco Castellini
•Un médico descubre la existencia de un parásito capaz de potenciar las capacidades sexuales de los individuos, pero que tiene como efecto secundario el de hacerles perder todo tipo de control e inhibición. Después de experimentarlo, con efectos desastrosos, en una inquilina de su edificio, el científico decide ocultar al mundo este descubrimiento matando a la joven "conejillo de indias" y quitándose la vida. El médico no sabía que la chica que había utilizado para el experimento ya había infectado a otros inquilinos con los que había tenido relaciones sexuales. En el edificio se desata el infierno, con los pocos que aún no están "enfermos" intentando escapar de los locos poseídos por el parásito... Ya con su primera obra, Cronenberg aborda uno de los temas más queridos de su cine: las posibles implicaciones negativas que la medicina puede tener sobre los seres humanos. Como a menudo ocurrirá también en sus películas posteriores, el director canadiense dibuja una figura de médico "sin moral" que arriesga la vida de los demás (y a menudo la suya propia) en nombre de la ciencia. Este de Cronenberg es sin duda un debut que no pasa desapercibido: "Shivers" (título original) se introduce con la presentación del residencia en el que se desarrolla la historia, una especie de refugio-búnker que debería garantizar la seguridad de quienes lo habitan, pero que en cambio sellará su destino; ya en la visión de estos primeros minutos inmediatamente emerge un clima claustrofóbico, casi de "sala de operaciones" presente de manera obsesiva en muchas películas del director. La película es memorable también por algunas secuencias realmente fuertes (violaciones, violencia, etc.), entre las cuales, por cierto, muy breve, en la que un anciano mantiene atadas con correa como perros a dos niñas semidesnudas, escenas tan excesivas que resultan casi grotescas. La visión, como para todas las películas de Cronenberg, es absolutamente recomendada, pero solo en la versión sin cortes. Curiosidad: una de las protagonistas femeninas de la película es la actriz icono del horror de los años 60, Barbara Steele.