IN FONDO AL BOSCO

Val Di Fassa, 5 de diciembre de 2010. Como cada año, la comunidad de un pequeño pueblo del Trentino se reúne para celebrar la fiesta de San Nicolás, conocida también como la fiesta de los Krampus. En esta ocasión, los jóvenes de la zona, siguiendo una antiquísima tradición cristiana de origen teutónico, desfilan por las calles hasta el amanecer disfrazados de demonios con el cuerpo de cabras con el fin de aterrorizar a los niños malos. Mientras los cantos y los bailes están en pleno desarrollo en una atmósfera muy cercana a la infernal, un niño llamado Tommi desaparece sin dejar rastro. Cinco años después, un niño sin identidad es encontrado en la periferia de Nápoles: es el giro de las investigaciones, nunca interrumpidas por el comisario Hannes Ortner, ya que la prueba de ADN revela que el niño es el pequeño Tommi que así puede volver a casa con sus padres. El regreso, sin embargo, no es el imaginado y el niño muestra comportamientos extraños que inducen a su madre a no reconocer al hijo e imaginar, bajo la clara influencia de las creencias populares, que él no es otro que la reencarnación del maligno. Desde las décadas de oro de nuestro cine de género, el folclore y las tradiciones populares han representado siempre una fuente fértil para muchos directores que se han servido de ellos para sacar thrillers y películas de terror que se han convertido en cultos y básicos para muchos aficionados, basta pensar en "El demonio" de Brunello Rondi y "Non si sevizia un paperino" de Lucio Fulci o en títulos más recientes como "Controra" de Rossella De Venuto y "Janara" de Roberto Bontà Polito. Un binomio más que consolidado al cual se adhiere también el joven autor Stefano Lodovichi en su segundo trabajo titulado "In fondo al bosco". A diferencia de los títulos mencionados anteriormente, sin embargo, la ubicación geográfica abandona el sur de nuestro país para adentrarse mucho más al norte, casi en los confines con Austria, y contar una de las leyendas más inquietantes que el centro de Europa puede presumir: la de los Krampus. El mito cuenta que, durante los períodos de hambruna, grupos de jóvenes provenientes de pequeños pueblos de montaña se disfrazaban con pieles y máscaras de demonios para saquear los pueblos circundantes, hasta que se dieron cuenta de que entre ellos se había infiltrado el diablo en persona, listo para sembrar el mal. Intimidados por tal presencia, los chicos se dirigieron al obispo San Nicolás para ahuyentar a Satán y desde ese día en adelante el desfile enmascarado se convirtió en una ocasión para repartir regalos y asustar a los niños malos. Partiendo de un punto tan denso en atmósferas macabras y significados simbólicos, Lodovichi logra realizar un thriller psicológico tenso, vibrante y capaz de escarbar en las profundidades de una psicología humana loca y malsana. Quien espere asistir a un thriller italiano de estilo antiguo quedará profundamente decepcionado porque "In fondo al bosco" no es la película de género habitual, imitación de los modelos clásicos, como se ven tantos, desafortunadamente, sino una película que toma como pretexto los elementos sobrenaturales del folclore y la religión para bordar sobre ellos un drama familiar en el cual se pueden reconocer los ecos de los casos de crónica más famosos de los últimos años (el más evidente es el delito de Cogne). El golpe maestro se logra en todo y por todo gracias a un guión sólido, hecho de diálogos nunca banales y un trabajo minucioso en la construcción de las psicologías de los personajes que abarca desde Linda, una esposa infiel y deseosa de cambiar de vida pero carente del coraje necesario para dejar a su marido; Manuele, un hombre presa de los remordimientos y sufriendo por las acusaciones de asesinato que se le hacen desde un país obtuso y anclado en los prejuicios; Pietro, el abuelo del niño y obsesionado con la idea de una amenaza demoníaca presente dentro del cuerpo de su nieto. Una descripción tan detallada deja entrever cómo el bosque mencionado en el título no es otra cosa que una metáfora de la situación enredada en la que se encuentra este núcleo familiar tan diezmado por mentiras y traiciones. El hecho de que el elemento sobrenatural esté puesto en segundo plano, sin embargo, no debe engañar y hacer creer que el director está falto de lenguaje de película de terror. Al contrario, hay numerosas secuencias que logran infundir una buena dosis de tensión, valorada por el recurso a atmósferas oscuras y tonos oscuros y sobre todo por la capacidad de explotar los paisajes nevados y los bosques claustrofóbicos del Trentino que de noche adquieren el aspecto de un laberinto nefasto y diabólico. Una pequeña perla de cine de terror es la escena de la pesadilla de Linda en la cual aparece en la penumbra un espantoso demonio, muy similar a los vistos en las películas estampadas BlumHouse, cuyo maquillaje está bien cuidado y coherente con el fuerte valor emocional que adquiere a lo largo de la historia. Todo ello está sazonado por la habilidad de Lodovichi para dosificar los ritmos de la historia que se vuelven cada vez más acelerados con el paso de los minutos y por un final gracias al cual las cartas sobre la mesa se redistribuyen completamente y el espectador pierde cualquier certeza adquirida hasta ese momento. Destacar en el reparto, además de las garantías Camilla Filippi y Filippo Nigro, la sorprendente actuación del pequeño Teo Achille Caprio, muy hábil para dar la carga misteriosa y maléfica adecuada a un personaje de difícil interpretación. "In fondo al bosco", en conclusión, es una película realmente bien lograda, una pequeña lección sobre cómo se puede contar el drama de una familia sin recurrir a los tonos trágicos y susurrados habituales uniéndolos al lenguaje refinado del cine de género.