VIGILANZA NOTTURNA

Un joven se dirige a su lugar de trabajo, un complejo de pabellones donde ejerce la actividad de vigilante nocturno. La chica que hacía el turno de la tarde le cuenta sin embargo de un extraño accidente: un hombre se coló en uno de los almacenes y mordió la muñeca de uno de los vigilantes antes de huir. El miedo de que ese hombre pueda volver atormenta al vigilante nocturno. Dirigida por el veintiséis años Francesco Borrasso, "Vigilanza Notturna" es uno de esos cortos que deja un poco perplejo por la visible discrepancia entre intenciones y resultado. Con ya siete cortometrajes a sus espaldas (entre ellos el ganador del premio del público en el Petite Lumiere Film Festival "Sogni di miele") y varias publicaciones literarias, Borrasso busca homenajear con "Vigilanza notturna" un cierto tipo de b-movie típicamente de los años 80, práctica cada vez más frecuente entre los jóvenes cineastas de nuestro país, y en particular se enfoca en el subgénero zombi. El resultado no convence demasiado por varios aspectos, comenzando por una cierta torpeza en la realización que inevitablemente influye en el rendimiento general de la obra. La película se produce con pocos medios - cosa absolutamente aceptable y a menudo verdadero motivo de interés para las producciones underground -, sin embargo esos pocos se utilizan mal y si los maquillajes dejan mucho que desear (el efecto zombi es muy similar a un pastel aplastado en el rostro del actor), las localizaciones también parecen poco adecuadas. Pero lo que más pesa sobre "Vigilanza notturna" son una serie de errores groseros que con un poco de cuidado podrían haberse evitado. Pensemos por ejemplo en la sombra del micrófono que entra en algunas tomas, o la imperdonable sombra visible del operador en la camisa blanca del protagonista, o incluso la actriz que lee los diálogos directamente de una hoja mal escondida por la pantalla de un portátil. Todos errores que siguiendo la lógica de "buena la primera" seguramente no habríamos encontrado. El guion, obra de Emanuele Mattana a partir de un relato suyo, presenta algunos diálogos que probablemente sufren demasiado del origen literario de la obra, alternados con otros un poco banales a los que no contribuye la actuación poco convincente de los actores, que en algunos casos puede ser calificada de realmente amateur. Lo positivo es sin duda el ritmo: "Vigilanza notturna" dura aproximadamente 18 minutos (generalmente el corto que dura más de 15 minutos está en riesgo de redundancia) sin embargo Borrasso ha logrado darle un buen ritmo y la misma idea que está en la base de la historia logra indudablemente captar desde el principio la atención del espectador. Seguramente con más cuidado por los detalles y atención incluso para las cosas más simples, el resultado habría podido ser muy diferente y absolutamente mejor, también porque el material de partida tenía potencial.