LOS INTRUSOS

Sobre una antigua villa en Cornualles pesa una terrible maldición: cada noche, angustiantes gemidos y estridentes gritos revelan la presencia de un fantasma. Los dos propietarios, hermano y hermana, buscan descubrir a quién pertenece el espíritu que vaga por esa casa… Sin duda, una de las películas de terror más logradas de los años cuarenta: bien interpretada y magistralmente dirigida por Lewis Allen, "The Uninvited" (título original de la película) logra crear más suspense y tensión que muchos recientes horrores del mismo tema que, confiando solo en la montaña rusa de los efectos especiales, no logran transmitir ninguna emoción al espectador (ver "Haunting" de Jan De Bont). Con "La casa en el acantilado" se asiste por primera vez al intento de involucrar al público estadounidense en una película de terror todo-corto, una espantosa historia de fantasmas ambientada en una vieja casa en Cornualles, digna de la mejor literatura gótica. Los fenómenos paranormales se muestran en todos los aspectos más inquietantes: las puertas se abren y cierran solas, las velas se apagan de repente, se oyen llantos misteriosos; el espectro, el de la presunta madre de una chica dotada de poderes psíquicos, se materializará en el epílogo de la película, mostrándose siniestro y malvado como manda la mejor tradición. Interpretada por Gail Russell, Ray Milland y Ruth Hussey, la película tuvo un gran éxito de público y de crítica y se convirtió pronto en un clásico.